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Israel, Gaza y las redes sociales

Quizás llega el momento en que un columnista debe hacer referencias en...

30 de julio de 2014 Por: Marcos Peckel

Quizás llega el momento en que un columnista debe hacer referencias en primera persona, algo que no he hecho hasta ahora. Sin embargo en las últimas semanas, desde que se inició la operación de Israel en Gaza, he enfrentado una acuciante realidad cibernética.La histeria que se ha tomado las redes sociales por la guerra en Gaza solo tiene precedentes en situaciones similares que han involucrado a Israel. Es llamativa la cantidad y el calibre de los ataques antisemitas de aquellos que escudados tras el anonimato vomitan su odio voraz.“Este columnista ya huele a Jabón”, haciendo alusión al jabón que hicieron las nazis con la grasa de los cuerpos. “Cómo se le escapó éste a Hitler”. “Cerdo judío, ya te llegará la hora del gas”, “Peckel asesino”, “Peckel, judío de m…” son algunos de los comentarios y trinos que han acompañado mis columnas en El País y en El Espectador.Algunos no miden el alcance de lo que escriben. El alcalde mayor de Bogotá, Gustavo Petro se ha dedicado incesantemente a trinar contra Israel, acompañando algunos de sus trinos con fotos falsas. En uno de sus trinos publicó una foto de niños sirios asesinados con armas químicas por el régimen de Al Assad, acompañándola de la expresión “niños de Gaza”. Difícil sopesar el impacto real que tienen las redes sociales en la opinión pública, pero es claro que sirven como mecanismo de provocación, desahogo y propaganda negra. Cabe entonces la pregunta: ¿Cuál es la interacción que hay entre las redes sociales y los medios tradicionales? ¿Quién sigue a quién? Para estos últimos cubrir el conflicto palestino-israelí es un desafío, por las pasiones y prejuicios que desata. Mientras unos hacen la tarea de un cubrimiento balanceado, otros detrás del manto de supuesta ‘imparcialidad’ hacen un cubrimiento sesgado y manipulado. En contraste y a manera de ejemplo, cuando el gobierno de Sri Lanka llevó a cabo su ofensiva final contra la guerrilla de los Tigres Tamiles, asesinando a unos 20 mil civiles en el lapso de tres meses: ¿Cuántas “madres que perdieron a sus hijos” fueron entrevistadas? ¿Cuántos ‘profesores’ explicaron el conflicto?Columnistas saturados de escribir sobre Uribe y Santos encuentran en Gaza una oportunidad de “diversificación editorial”. Dos o tres pasadas por Wikipedia, un par de imágenes descontextualizadas y solucionado el problema de “la hoja en blanco”. ¡A arremeter contra Israel, como en Fuenteovejuna! Connotados columnistas como Antonio Caballero sacan sus refritos, les agregan expresiones más virulentas contra judíos e Israel y ‘calman fiebre’. Es claro que en varios casos la intención tanto en redes sociales como en medios tradicionales es demonizar a Israel. Poco o ningún cubrimiento ha tenido la desesperada situación en el campo de refugiados palestinos de Yarmouk en Siria, donde centenares han muerto de inanición, simplemente porque Israel no está involucrado. El conflicto palestino-israelí se vuelve negro o blanco, buenos y malos, no hay matices, las víctimas judías no cuentan, los terroristas suicidas son héroes, los sofisticados cohetes iraníes son ‘caseros’, Israel es el agresor a pesar de que lo cohetes son lanzados desde Gaza a su territorio, los cohetes son para ‘romper el bloqueo’, cuando realmente es la revés, primero vinieron los cohetes y como consecuencia el bloqueo, Hamas que busca la destrucción de Israel, es un movimiento de ‘resistencia’, es aceptable que Hamas oculte su armamento en escuelas, mezquitas y hospitales y proliferan las comparaciones de Gaza con el Holocausto. La verdad muere en manos de la manipulación o la ignorancia.