Cannes, a mi juicio

El Festival de Cine en Cannes completa su séptimo día y ya he visto unas 20 películas. Espero completar las 30 cuando termine el sábado. Entretanto quisiera comentar algunas que me han impresionado muy especialmente, tanto para bien como para mal. Veamos:

- La película ‘Todos lo saben’, dirigida por el prestigioso realizador iraní Asghar Farhadi con actores del calibre de Javier Bardem y Penélope Cruz, decepcionó. Hay críticos que la calificaron de “inepta y sorda”. No soy tan severa y diría que tuvo un buen comienzo (media hora) hasta que se enredó en una intriga absurda y aburridora. Lástima.

- La primera película egipcia ‘Yommedinne’ del ilustre desconocido de 32 años de edad A.B. Shawki acaparó aplausos y elogios. Su ‘héroe’ es un leproso que va en compañía de un huérfano nubio, tan pobre y desolado como él, en busca de sus respectivas familias. Los dos, llenos de esperanza y convencidos de que en ‘Yommedine’ (el día del juicio final) todos los humanos seremos iguales.

- ‘Leto’ (verano en ruso) es la película de Kirrill Sebrennikov quien no pudo llegar a Cannes a presentarla por estar asignado a residencia forzada por el gobierno ruso. Su silla permaneció vacía durante la conferencia de prensa y la proyección del film que resultó triunfal. Filmado en blanco y negro e inspirado en personajes reales resalta la emergencia de la música rock’n’roll en los años 80 y su contribución en la derrota del comunismo. ¡Excelente!

- ‘Zimma Wojna’ (o Guerra Fría) del famoso director polaco Pawel Pawlikowski nos relata una bellísima historia de amor bañada de música y bailes maravillosos que la opresión no logra sofocar. Un deleite para la vista y los oídos. Puede ganar la Palma de Oro.

- Jean Luc Godard, siempre tan esperado y venerado en Cannes, envió su película ‘Le livre d’image’ desde su domicilio suizo y se comunicó con los periodistas por teléfono. Se trata de un ‘collage’ de fotos tomadas de sus películas y de otras que, según él, dan una visión resumida del mundo. Con un montaje y una sincronización de colores, música e imágenes magistrales. Es, sin duda, un gran cineasta. Sin embargo el contenido de su film y sus mensajes políticos confunden y dividen. Hay quienes beben sus palabras y les suenan proféticas. Yo, y muchos otros, lo encuentro confuso, parcializado e incoherente. Para discutir.

- ‘3 caras’ (Se Rokh en idioma farsi) del director iraní Jafar Panahi es un film de enorme ‘delicadeza’. Él tampoco pudo venir a presentarlo en Cannes por estar asignado a residencia forzada en su país por razones políticas e impedido a hacer películas. Entonces se vale del truco de querer filmar diarios personales en los que él mismo aparece con nombre propio y los demás protagonistas también con sus nombres propios. ‘3 caras’ sucede en un pueblo perdido de Irán para enfocarse en la mujer iraní a través de tres generaciones: del pasado, del presente y del futuro. Lo hace con tanta maestría que se convierte en serio candidato para la Palma de Oro.

- La prolongada ovación de pie que saludó la proyección de la película colombiana ‘Pájaros de verano’ de Ciro Guerra y su compañera Cristina Gallego me llenó de felicidad y orgullo. Considerada como “un western salpicado de tragedia griega”, revive la sangrienta guerra entre bandas de traficantes de marihuana rivales en los años 70 y 80, y la escalada de violencia que se apoderó de Colombia y que, en este entonces, nadie podía detener. Una época superada quizás... aunque dejó secuelas.