Las uvas de Fin de Año

Debo confesar que creo en el encanto de las doce de la noche del año que se va y en la bienvenida al nuevo año. Detesto la pólvora y algunas tradiciones como la quema estruendosa de los ‘añosviejos’. Me gusta, eso sí, que se despierta la oportunidad, así sea psicológica, de mirar esperanzado una nueva etapa de la vida, y con esta las energías frescas, los proyectos, las metas y la planeación. Seguramente por eso me tomo a pecho las doce uvas al final de la Noche Vieja, bien pensadas, acompasando la deglución con la ilusión en cada una de estas frutas de la vid. Aquí van la lista de diez de ellas. Me reservo solo dos por respeto a los lectores para no exagerar en intimidades:

1- Algunos entrañables amigos han perdido recientemente sus cónyuges, sus padres o sus hijos. Pediré para que en este año tengan la fortaleza para caminar sin ellos, con aceptación y esperanza. Que el grato recuerdo de las relaciones y sus huellas sean fuente de paz interior.

2- Que Cali se consolide como epicentro de eventos de talla mundial. Que la naturaleza, la cultura diversa, la gastronomía y la deliciosa vida nocturna no riñan entre sí, sino que se complementen para darle posicionamiento a la ciudad y a la región. No menospreciemos nada, ni la salsa, ni la melanina, ni los eventos literarios, ni el tamaño de los colibríes. Entendamos que la amalgama cultural nos hace diferentes, atractivos y que esa puede ser la clave de nuestro éxito para que el mundo venga a nosotros a conocernos y disfrutarnos.

3- Que las elecciones para Presidente las gane un candidato que retome la senda del progreso del país y no persista en que el cambio es la reversa hacia modelos comunistas fracasados. No es cierto que no hayamos permitido que el actual Presidente haya efectuado los cambios. Las instituciones han hecho lo que una asamblea enterada o una junta directiva responsable haría cuando el gerente está equivocado y pone en riesgo el futuro de la empresa con iniciativas carentes de sustento o de financiación.

4- Que el orden público y la seguridad mejoren. A elevar la moral de las Fuerzas Armadas, su dotación, tecnología y número de integrantes en el frente. A acompañar a la gobernadora Dilian en su reclamo de apoyo al Gobierno Nacional para que la región no quede desamparada.

5- Que al alcalde Eder le vaya bien, que escuche y que se rodee de funcionarios empáticos con la comunidad en todos los niveles. Que no se olvide que si se luce como alcalde tendrá futuro nacional, pero que si piensa demasiado en ese futuro promisorio puede perder el presente. Es este último, el estribo para lo que vendrá más adelante y no al revés.

6- Que cada vez haya menos pólvora y consecuentemente cada vez menos quemados, menos daños ambientales y menos perjuicio a los animales domésticos. Debe quedar claro que quemar pólvora no da estatus, al contrario, es huella mafiosa, homenaje a la ostentación ‘mañé’.

7- Que en las elecciones al Congreso triunfen aquellos candidatos vallecaucanos que traigan nuevas y buenas iniciativas, a defenderlas con ética y coraje. Que los votos nuestros no se vayan a apoyar candidatos foráneos.

8- Que a la Selección Colombia le vaya bien en el Mundial de Fútbol. Necesitamos causas ganadoras que unan a todo el país. Y ya que estamos en deportes, que la transformación administrativa y empresarial del Deportivo Cali genere los resultados esperados y volvamos al gran equipo con el que crecimos.

9- Que la alegría y la ilusión hagan parte esencial de nuestros corazones y de todos aquellos que amamos. Que apreciar la parte positiva de cada persona y de cada situación sea una bandera cotidiana.

10- Que el Señor de los Milagros bendiga cada día, cada lector de El País, junto con su familia y amigos, por un año nuevo lleno de momentos positivos. ¡Feliz 2026!