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La fuerza del destino
El triunfo de Eder nos da derecho a recobrar una gran integración social en Cali, como casi siempre ha sido; y a sembrar un futuro honrado e inteligente de progreso, sanidad y eficiencia administrativas.
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10 de nov de 2023, 03:12 a. m.
Actualizado el 10 de nov de 2023, 03:12 a. m.
Lo vi, lo sentí, lo escribí y aporté lo que pude de mi lejano esfuerzo a una causa republicana. En una época crucial de mi vida fui un político activo. Hoy, cargado de experiencias, solo tengo, como el antiguo Tiresias de la vieja Grecia, una especie de don para ver un futuro que en su momento se sentía enredado y en desventaja. Supe que la personalidad de Alejandro Eder daba un margen para creer que en él se daba la fe y el esfuerzo para ordenar los hechos de un destino incierto, que él habría de modificar con su talento y voluntad. Y planeó el futuro y vivió intensamente ese momento en orden a generar el resultado, que allí estaba.
Mientras el llamado Chontico llenaba con su repetida imagen todos los postes de la luz, nadando además en encuestas amañadas, Eder y su bella esposa iban sobre las olas con la fe del que sabe que la razón le acompaña frente a la tozudez arbitraria y el dinero rodando en todas partes. Su compañera Taliana, sencilla y bella, debió llorar frente a la furia de aquellos que se hicieron llamar la “primera línea” a base de violencia y terror. La vimos afligida sin entender esa maldad que ha venido imponiéndose en Colombia en esta época de agobio y arbitrariedad que nos ha impuesto el inefable presidente Petro.
El triunfo de Eder nos da derecho a recobrar una gran integración social en Cali, como casi siempre ha sido; y a sembrar un futuro honrado e inteligente de progreso, sanidad y eficiencia administrativas. Así lo vi de antes y así será hoy, que la victoria se ha cumplido.
Igual cosa puede decirse de una mujer como Dilian Francisca Toro, a quien colmaron de agravios y calumnias que ella no contestaba. La asistía la convicción serena de saber que la infamia cabalgaba en una mentira infame y que el deber y su experiencia se imponían por encima de los sentimientos ruines de quienes hacían creer que ellos eran los salvadores. Con señorío seguía adelante en un camino que ella ciertamente conocía y que ahora, que llegan tiempos difíciles y crueles, ella sabe manejar con la altura de un ser ajeno a las mezquindades del odio y del rencor.
Mujer formada en el estudio y en la voluntad de servicio, conoce como nadie esos trajines y tiene el señorío de un liderazgo que ha ejercido con suficiencia. Lucha sin dejar ni cicatrices ni ofensas. El mundo es ciertamente un circo al estilo de los romanos que herían y mataban con deleite. Ella busca con imaginación el progreso y el bienestar de todos. No hay heridas ni golpes bajos. También la vi desde un comienzo en esa batalla de altura y la rodeé con mi reconocimiento.
Lo que sigue es el destino, que no es otra cosa que el resultado de nuestros propios actos. El Valle del Cauca y Cali, nuestra ciudad, puede afirmarse que están en buenas manos. Dos capitanes que navegan con la exclusiva voluntad del progreso, han encontrado la brújula adecuada y nada los desviará.
Las elecciones han sido buenas, así la veleidad del gobierno del señor Petro, con tozudez, se atreva a decir que él fue el ganador y así prepare la reunión de sus partidarios en zonas aledañas, como tratando de notificar que solo quienes le sean afines tendrán los beneficios de su gobierno. Mientras tanto, los violentos secuestran y extorsionan bajo el amparo de quien, a pesar de sus escándalos diarios, con la suficiencia de los dictadores, desconoce sus propios reveses que se afianzan en la arbitraria imposición del odio de clases y en aquellos válidos que Maduro ha llamado los “colectivos”.
Pero las grandes mayorías de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y etc., han encontrado el camino de la democracia real y así esperamos la llegada de un tiempo promisorio. Tenemos fe y algo más poderoso: nos asiste la justicia y el derecho.

ha desempeñado puestos públicos como juez del Circuito, Conjuez del Tribunal de Cali, Secretario de Gobierno de Cali y alcalde encargado, embajador de Colombia en Polonia y en la ONU. Ha sido delegado a varias conferencias internacionales como la OIT en Ginebra
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