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Mi pueblo natal

Solo hay una ciudad con una capacidad de resiliencia tal, que después de una terrible explosión que la sumió en tragedia, dolor y daños, decidió crear su feria, la que hoy, 62 años después, es uno de los eventos culturales más importantes de Colombia y del mundo.

19 de diciembre de 2019 Por: Juan Esteban Ángel

Solo hay una ciudad con una capacidad de resiliencia tal, que después de una terrible explosión que la sumió en tragedia, dolor y daños, decidió crear su feria, la que hoy, 62 años después, es uno de los eventos culturales más importantes de Colombia y del mundo.

Solo hay una ciudad en la que cada día, de lunes a domingo, puedes bailar en un lugar diferente, en una rumba donde todos caben, sin distingo de raza o procedencia y que, por su música, sus artistas y su baile es llamada la Capital Mundial de la Salsa.

Una ciudad donde puedes bailar en una plaza en pleno medio día, al son de la música de una gigante trompeta que sorprende por su tamaño y cuando al alejarse se puede leer en ella ‘Niche’ y te sigue retumbando en el oído el ‘Cali pachanguero’.

Solo hay una ciudad en donde puedes pasar un poco el calor tomándote un champús o comiendo un cholado, y en solo media hora llegar a sus Farallones para disfrutar del clima fresco.

Solo hay una ciudad donde caminas por el Bulevar del Río a las cinco de la tarde y sientes la brisa, la tranquilidad, el goce de la naturaleza, y entiendes que esa magia no es solo “cuestión de pandebono”, sino de una alegría que se lleva en la sangre.

Una ciudad donde su historia es tan rica como su gastronomía. Que junto a las Ciudades Confederadas, fue pionera en proclamar su independencia un 3 de julio de 1810; 17 días antes que Bogotá. Una historia de la que hablan sus personajes más queridos como Jovita Feijó, la reina de belleza más popular; Riverita, el peluquero más cómico y locuaz; y el Boca de Túnel, un obrero que trabajó cerca a los ferrocarriles y cuya dentadura podía destapar una botella de gaseosa.

Solo hay una ciudad en donde su gastronomía activa todos los sentidos, esa alucinación de sabores que tienen la facultad de llevar de la tierra al cielo en un bocado.

Solo hay una ciudad declarada al mismo tiempo Distrito Especial, Deportivo, Cultural, Turístico, Empresarial y de Servicios. Que con su Caliwood, La Tertulia, Andrés Caicedo, Luis Ospina, Petronio Álvarez, el Mulato, José Aguirre, Delirio, Swing Latino, Ensálsate, su Niche, Guayacán, Vicky Acosta, Johana Ortiz y muchos otros más, es considerada la meca nacional de la economía naranja.

Solo una ciudad vibra con el deporte como esta. Que es cuna de campeones que se pasean por todo el mundo llenándonos de gloria y orgullo. Que vibra en verde y rojo y donde está prohibido empatar.

Una ciudad multicultural llena de gente pujante que trabaja todos los días por construir un mejor país, que han aportado en todos los campos tanto científico, empresarial, cultural y político entre otros.

Una ciudad mujer, que enamora con su brisa sensual que baila todas las tardes entre plazas y parques; que inspira a pintores, cantantes, poetas, bailarines y músicos; que atrae a cientos de extranjeros que ya son de aquí, porque no se quieren ir o siempre vuelven.

Este es mi pueblo natal, Santiago de Cali, el que se levanta cada mañana a darnos lo mejor a propios y a extraños. La que debemos querer, valorar, cuidar y respetar, porque como ella solo una hay.

Sigue en Twitter @Juanes_angel