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Santa Liberata

El colegio de Santa Librada de Cali fue fundado por el general...

1 de mayo de 2012 Por: Jotamario Arbeláez

El colegio de Santa Librada de Cali fue fundado por el general Francisco de Paula Santander, presidente por entonces de La Gran Colombia, en los predios de un antiguo convento agustiniano. Eligió ese nombre en homenaje a Santa Liberata, mártir portuguesa, cuya fecha se celebra el 20 de julio, la misma de nuestra independencia de la dominación española. La leyenda de Santa Librada es tal vez la más bella del santoral, tanto que se dice que es una santa inexistente. Y “no hay nada tan bello como lo que no existe”, afirmó sin tapujos Paul Valéry.Una de las versiones iniciales la hace hija del gobernador romano de Galicia y Lusitania, Lucio Castelio Severo, hace 1.900 años. Mientras éste andaba poniendo orden en sus dominios, su embarazada esposa Calsia dio a luz a nueve niñas en un solo parto. ¿Qué podría pensar el gobernador cuando regresara? ¿Que habría sido embarazada por otros tantos hombres? ¿Que era una cosa de hechicerías? Para no correr el riesgo de ser repudiada, o ejecutada, encomendó a una fiel sierva que llevara las criaturas a ahogar al río Miñor. Pero ésta, que era una conversa cristiana, las repartió compasiva entre familias de la misma devoción, quienes las hicieron bautizar y bendecir del obispo San Ovidio. Así fueron creciendo entregadas a la fe en Jesucristo, a quienes se consagraron. Pero son descubiertas por el inocultable resplandor de sus virtudes, y conducidas a su padre, quien las invita a compartir todos los fastos paganos, a condición de que abjuren de Cristo. Se niegan. Las encarcela. Escapan y se dispersan por la península. Las ocho terminarán en el martirologio cristiano. Entre ella, Liberata y Mariana serían crucificadas. Hay otra versión aún más hermosa que data del Siglo VIII. Liberata sería una de las hijas nonellizas del rey pagano de Portugal, y en secreto había consagrado su virginidad y fidelidad a Jesucristo. El rey lusitano había prometido su hija desde muy niña al rey moro de Sicilia, quien cuando calculó que la doncella estaba en edad de merecer, 12 años, acudió por ella. ¿Qué hacer? ¿Cómo tolerar ser penetrada por un infiel? ¿Cómo fallarle al esposo perfecto? Dejó de comer y beber. Se entregó a la oración pidiendo auxilio para que su castidad fuera respetada, incluso implorando ser convertida en un ser que inspirara repulsión al varón que la contemplara. El rey moro acudió con su corte y un gran ejército. Se hicieron las fiestas previas antes de la boda, mientras se suponía que la doncella se preparaba en su torre donde hacía tiempo no entraba nadie. En vista de su demora fueron por ella. Al abrir la puerta a empellones la encontraron de pie y desnuda, con una barba que le cubría los senos y el cuerpo entero cubierto de pelo. Horrorizado, y sintiéndose objeto de burla, el moro declaró la guerra al portugués quien –ofendido cuando su hija le confesó su fe en Jesucristo y que su transformación obedecía a un milagro de su divina gracia–, para evitar la guerra y pagar la ofensa ordenó que su hija fuera crucificada a la vista de moros, romanos y cristianos. Esta santa barbuda nunca fue canonizada por falta de pruebas de su existencia y milagros, pero por todo Portugal y España –y en Panamᖠhay muchas imágenes de ella que se veneran, con un hermoso vestido largo de fiesta sobre la cruz. Es la patrona de los matrimonios mal avenidos y los prófugos de la Justicia.Nunca imaginé que el santoral me tendría reservado semejante milagro, ni que mi educación secundaria hubiera estado a la sombra de una entidad espiritual de categoría tan sorprendente, que seguramente me dará pie para escribirle una obra de teatro digna de Artaud o Ionesco. Yo mismo interpretaría el papel del padre. Me pliego a su dulce amparo.

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