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“No esclavos, si no hermanos”

“A la escucha del proyecto de Dios sobre la humanidad”. En su...

17 de enero de 2015 Por: Jorge Humberto Cadavid Pbro

“A la escucha del proyecto de Dios sobre la humanidad”. En su mensaje por la paz para el primer día del año 2015, el Papa Francisco, recuerda la carta a Filemón, en la cual San Pablo, le pide a este obispo que reciba al que era esclavo como un hermano, por el hecho de haberlo bautizado y formar parte del proyecto que Dios tiene para todos los hombres.El rabino Sergio Bergman del emblemático templo de la calle libertad en Buenos Aires, primera sinagoga de la República Argentina, es quien escribe un ‘Evangelio según Francisco’, es allí donde le da el título de ‘Maestro’ al padre Bergoglio, asemejándole a Jesús el Maestro por su estilo de enseñanza la cual sintetiza al decir: “¿Por qué nosotros, que tenemos verdades irreductibles desde la fe, construimos un camino donde nos pudimos sentar a dialogar desde esas diferencias?”.Nosotros los colombianos y en ello también el mundo entero, debiéramos aprender que el diálogo es donde se acercan las personas y se conoce su verdadera alma y por eso dice este Rabino en su libro: “El diálogo conlleva dos dimensiones: la primera de encuentro, de escuchar al otro como alguien que tiene algo qué decir y que valoro porque quiero aprender…”. No se trata de monólogos sucesivos entre las pausas en que el otro deja de hablar para que yo siga diciendo lo propio frente a los demás, sino de un auténtico intercambio para un enriquecimiento que no es para el convencimiento, sino para celebrar el hecho de que, sin renunciar a lo de cada uno, podemos afirmar lo que es común como nuestro. Y la segunda, como un servicio, es una disposición energética que llamo ‘espiritual’, que debe estar presente, pero no se discute y de ella dependen la verdad, la justicia y la reparación sincera.Por supuesto no puedo pasar de largo el encuentro del 22 de diciembre con la curia vaticana para intercambiar las felicitaciones de Navidad, en las que diciendo y tocando la realidad de ella como un modelo en pequeño de lo que es la Iglesia, advirtió las enfermedades que debilitan ese servicio y enferman ese diálogo, que hacen que los hombres puedan entenderse como hermanos y no como esclavos y así se pueda comunicar con el testimonio de sus vidas, la verdad a la cual han sido llamados a proclamar.De nuevo al volver al caso de Onésimo, el esclavo de Filemón a quien el Bautizo hizo hermano y le sacó de la ignominia de la esclavitud, en su mensaje de año nuevo nos recuerda que el hacerse cristiano, es el comienzo de una nueva vida en el discipulado en Cristo, y constituye un nuevo nacimiento que regenera la fraternidad como vínculo fundante de la vida familiar y base de la vida social.Que el 2015 sea un retorno por la reconciliación y el perdón, por el encuentro de los hermanos en la verdad, la justicia y reparación, a la verdadera Fraternidad Patria, que consolide la paz.