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Diálogo y fraternidad

Por eso estas ideas del papa Francisco son un llamado a los hombres de buena voluntad para que cambiemos nuestras actitudes y dialogando en este caminar juntos

13 de enero de 2022 Por: Jorge Humberto Cadavid Pbro

En el mensaje por la 55 jornada mundial por la paz, como en la homilía del 14 de enero del 2020 en la misa en su residencia de Santa Marta, el papa Francisco habla como lo dice el evangelista Marcos en 1,21-28, “con autoridad, puesto que lo ha demostrado con su testimonio coherente”. El Papa explicó la diferencia que existe entre tener autoridad, autoridad interior, como la de Jesús, y ejercer la autoridad sin tenerla, como los escribas, quienes a pesar de ser especialistas en la enseñanza de la ley y ser escuchados por el pueblo, no les creían. Jesús tenía autoridad porque era coherente entre lo que enseñaba y lo que hacía, es decir, como vivía.

Al recibir el 10 de enero de este año al cuerpo diplomático ante la Santa Sede, el Santo Padre lanzó un llamado a la solidaridad en la lucha contra la pandemia, el derecho a la vida, desde la concepción hasta su fin natural, el derecho a la libertad religiosa, la cuestión migratoria y el cambio climático, y decía: “Esto requiere un múltiple compromiso a nivel personal, político y de la comunidad internacional”. Les recordaba en la charla-saludo, el objetivo primordial de la diplomacia: “Ayudar a dejar a un lado los desacuerdos de la convivencia humana, favorecer la concordia y experimentar cómo, cuando superamos las arenas movedizas de los conflictos, podemos redescubrir el sentido de la profunda realidad de la unidad”.

Refiriéndonos las palabras del profeta Jeremías 29,11, “nos recuerda que Dios tiene para nosotros, planes de paz y no de desgracia, de prometernos un futuro y una esperanza”, por eso es que con esa autoridad de su fe, nos invita a no tener miedo y dar cabida al trabajo por la paz en nuestras vidas, cultivando el diálogo y la fraternidad. Por eso en su mensaje de Año Nuevo 2022, para construir la paz, con la autoridad de su experiencia y por supuesto animado por su fe, dice: “A los gobernantes y a cuantos tienen responsabilidades políticas y sociales, a los pastores y animadores de las comunidades eclesiales, como también a los hombres y mujeres de buena voluntad, hago un llamamiento para que sigamos avanzando juntos con valentía y creatividad por estos tres caminos: el diálogo entre las generaciones, la educación y el trabajo”.

Pero encuentro la clave del cumplimiento de estos deseos del papa Francisco en la construcción de la paz con las tres herramientas del llamado en la jornada 55 del 1 de enero de 2022, cuando nos dice que utilicemos con valentía y creatividad, esas herramientas: Diálogo entre generaciones, educación y trabajo digno, si así como lo propone a los diplomáticos acreditados en la Santa Sede se los transmiten a sus pueblos y los ponen en práctica, nuestros líderes políticos y empresariales los reflexionaran y lograran ese pacto social, al encontrarse con su pueblo, escucharlos y discernir en favor del Bien común, todo eso sería posible si sabemos escuchar lo que el 23 de diciembre del 2021 les decía a quienes trabajan en la curia romana, cuando su idea central estuvo en la actitud de la humanidad: “No es fácil entender qué es la humildad. Esta es el resultado de un cambio que el mismo Espíritu obra en nosotros por medio de la historia que vivimos”.

Todos entendemos en algún momento de la vida que no podemos esconder detrás de una armadura, nuestra personalidad, los roles adquiridos y cuando son de reconocimientos sociales, de apariencias, llega, sí, un momento en la vida en que ya no se quiere vivir así, con revestimientos, maquillajes, máscaras y es cuando esa historia de mi vida me lleva a comprender que debemos caminar juntos, que necesitamos del otro y así dialogando juntos logramos salir adelante. Por eso estas ideas del papa Francisco son un llamado a los hombres de buena voluntad para que cambiemos nuestras actitudes y dialogando en este caminar juntos, nos encontremos, nos conozcamos y aprendamos a decidir en conjunto por el bien de todos y así lograremos la fraternidad que fundamenta una paz verdadera y duradera.