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Están advertidos

Qué la Federación Colombiana de Ciclismo sea desafiliada de la UCI es, por decir lo menos, una decisión justa luego de la secuencia de actuaciones desafortunadas de sus dirigentes. Evidencia hay de sobra para sancionarlos.

18 de mayo de 2018 Por: Gustavo Duncan

En días pasados el periodista Sebastián Heredia publicó en Twitter una noticia que debería prender las alarmas del ciclismo colombiano. De acuerdo a Heredia la UCI, el equivalente a la Fifa del ciclismo, le advirtió a la Federación Colombiana de Ciclismo que si había un solo positivo más serían desafiliados de la entidad.

Qué la Federación Colombiana de Ciclismo sea desafiliada de la UCI es, por decir lo menos, una decisión justa luego de la secuencia de actuaciones desafortunadas de sus dirigentes. Evidencia hay de sobra para sancionarlos. Cuento solo tres pruebas para no extenderme. La primera, un expresidente de la Federación muy orondo dijo en un evento con uno de los principales equipos del país que la lucha contra el dopaje no era su objetivo, que su objetivo era el “deportista como ser humano”.
Menuda salida por la tangente ante la magnitud del problema.

La segunda, el laboratorio de Coldeportes que es el encargado de tomar las muestras de los ciclistas y controlar el dopaje en las carreras fue suspendido por la Ama-Wada (Agencia Mundial Antidopaje). El control del dopaje dependería en adelante de laboratorios en el exterior. En la práctica dependería de agencias internacionales que tomaran muestras en las carreras colombianas. Desde la Federación es muy pobre la voluntad para perseguir el dopaje, así saquen pecho cuando las agencias internacionales hacen la tarea y detectan positivos. De hecho, un rumor persistente entre la gente del ciclismo es que antes que suspendieran el laboratorio era usual que se pagaran sobornos para no hacer públicos los positivos y se procediera a la sanción.

Y la tercera es la prueba reina. Durante la pasada Vuelta a Colombia ocho ciclistas resultaron positivos en una muestra de apenas cuarenta exámenes. Las pruebas fueron realizadas por la Fundación Antidopaje, un organismo independiente de la UCI y por supuesto de la Federación. Los ciclistas involucrados utilizaron dopaje de vieja generación y sus resultados en la competencia eran más bien modestos. Lo que dice mucho de las sustancias que deben estar usando quienes disputan los primeros lugares.

Toda esta verdad sobre la situación del ciclismo interno la Federación ha querido ocultarla al público. Cada tanto que algunos periodistas denunciamos lo que ocurre somos atacados por sus directivas y las pruebas que rebosan cualquier intento de maquillar la realidad son desvirtuadas. Igual que hacen varios de los periodistas especializados en el tema. Por citar solo un ejemplo, Héctor Palau, quien además organiza el Clásico RCN, inmediatamente salió a refutar el Twitter de Heredia diciendo que eso era propio del fútbol.

El problema es que si sancionan a la Federación, como se ha mostrado algo absolutamente justo, los principales perjudicados van a ser los deportistas. Ni Nairo ni Egan ni Rigo podrán competir en el mundial de ruta este año que tiene un recorrido muy favorable para ellos. Mariana Pajón no podrá ir a las validas de la UCI y traer medallas a Colombia. Como tampoco los pisteros y los ciclomontañistas.

Pero si ese es el precio que hay que pagar para que el gobierno (el nuevo, ya éste no hizo nada) por fin intervenga y sanee el manejo del ciclismo colombiano bienvenida la suspensión. No hay derecho a que Colombia tenga a un grupo de los mejores ciclistas del mundo y el ciclismo interno cause vergüenza por una dirigencia tan mediocre.

Sigue en Twitter @gusduncan