Oasis
La naturaleza nos enseña a insistir como lo hace el hermoso colibrí que, en un solo día, puede buscar néctar en unas tres mil flores.
Dios mío, mi consuelo ante las cuitas, mi manantial de alegría, fuerza cuando me siento débil y el creador que me da paz y armonía.
En los tiempos inciertos me asedian las dudas y tiendo a desfallecer, pero pienso en ti y elijo confiar, dar lo mejor y no sucumbir. Te amo.
Los humanos a veces caemos en la tentación de rendirnos, pero tú estás ahí en el corazón y nos invitas a perseverar y actuar con pasión.
Eres descanso para el fatigado y luz para el extraviado. Eres aliento para el desmotivado y fuente de confianza para el amedrentado.
Nos amas sin medida, pero no haces por nosotros lo que nosotros podemos y debemos hacer según el plan del alma antes de encarnar.
La naturaleza nos enseña a insistir como lo hace el hermoso colibrí que, en un solo día, puede buscar néctar en unas tres mil flores.
Jeshua dijo que la fe mueve montañas y hoy me animo a fortalecer mi confianza y dar lo mejor. Gracias por tu amor infinito e incondicional. Te amo y me amas.