Oasis
En cierta ocasión, entró un turista: ¿Cuál diría usted que es la cosa más rara y misteriosa que hay en esta tienda?
Un anciano caballero poseía una tienda de antigüedades y curiosidades en la ciudad de Roma.
En cierta ocasión, entró un turista: ¿Cuál diría usted que es la cosa más rara y misteriosa que hay en esta tienda?
El anciano echó una ojeada a los centenares de objetos: animales disecados, cráneos reducidos, muebles antiguos.
Peces y pájaros enmarcados, hallazgos y arqueológicos, cornamentas de ciervos, fósiles y preciosas lámparas y pinturas.
Al rato se volvió al turista y le dijo sonriente: Sin duda alguna, lo más raro que hay en esta tienda soy yo. Y agregó:
En mis 78 años de vida cada día me he ido convenciendo más de que los humanos somos demasiados complejos e impredecibles.
Llamamos amor a lo que no es amor, fe a lo que no es fe y felicidad a lo que tampoco es felicidad. Somos raros.