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En Cali robar es fácil 44030

Doce facinerosos irrumpen el sábado a bordo de cuatro vehículos en...

1 de febrero de 2011 Por: Mario Fernando Prado

Doce facinerosos irrumpen el sábado a bordo de cuatro vehículos en una casa de Pance. Ya adentro, inmovilizan a la señora y a dos empleados. Los atan y amordazan. Portan armas, algunas de largo alcance. A más de intimidar a la esposa del propietario, le inquieren acerca de la combinación de la caja fuerte, la cual no sólo desconoce sino que además ignora lo que hay adentro. Optan entonces por llevársela desempotrándola violentamente de la pared y se alzan además con unos cuantos pesos, computadoras, joyas y nada más. Los ladrones sin duda se equivocaron de casa y con su pequeño botín salen raudos y campantes. El ‘operativo’ dura no más de media hora. Granada, viernes, 6:30 de la tarde: a un lugar público ubicado en la loma que conduce a Juanambú llegan dos individuos en una moto: uno se baja y se dirige a una mesa cualquiera, encañona a los allí presentes y les exige relojes, celulares y billeteras. El ‘operativo’ dura 5 minutos. Domingo, 1:00 de la tarde, Autopista Suroriental. Al pare de un semáforo aparece otra moto con dos ocupantes, uno de ellos mujer. Aprovechando un instante de soledad se dirigen a un Honda de los pequeños en el que va un señor de edad. La mujer, pistola en mano, le hace señas y él dócilmente le pasa el reloj, pero ella quiere más: Le abre la puerta, le da un empellón, lo arroja al suelo, lo pisa, se monta en el vehículo y se va. Y ni para que seguir. El robo en Cali se enseñorea en barrios y calles de la ciudad y no sólo en estratos altos o medianos. En comunas más populares ‘empelotan’ a la gente para quedarse con su ropa y sus zapatos. La inseguridad es aterradora y este flagelo no lo podemos ocultar más. Por su parte, la Policía hace grandes esfuerzos, pero no son suficientes. El problema se salió de madre y con el personal y los equipos los agentes del orden viven enchicharronados. Las cifras son escalofriantes: en Cali se roban más vehículos que en Bogotá y que en Medellín, que tienen un parque automotor 6 y 2 veces respectivamente más grande, y las posibilidades de morir en forma violenta en Cali son el triple que en las otras ciudades grandes del país. Cali carece de policías, de motos, de patrullas, de cámaras controladoras y de una Justicia más eficiente que no haga creer a los delincuentes que si los cogen, al otro día los sueltan porque además no hay donde confinarlos. El presupuesto para seguridad en Cali es irrisorio y muy por debajo de Bogotá y Medellín. Nos volvimos referentes nacionales y ostentamos el campeonato nacional de la inseguridad, puesto en el que permaneceremos invictos por muchos años más. Y la razón es una sola: mientras no sea prioridad uno A este asunto, seguiremos incubando robos, crímenes y violencia en una anarquía que no podemos tolerar más. Del roba-roba al roba-fácil: así está Cali, la ciudad de la salsa, el demonio y la carne…PD. Crece la audiencia pidiendo que la entrada de La Ermita quede por la Avenida Colombia y no por la Calle 13. Es una obrita pendeja: la puerta donde está el altar y el altar donde está la puerta. Amén.

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