Elecciones en 2026

Como sabemos, de acuerdo con la Constitución Nacional y el calendario electoral de la Registraduría Nacional del Estado Civil, en el año 2026 se llevarán a cabo elecciones en todo Colombia.

El domingo 8 de marzo elegiremos un Senado de la República, conformado por 103 senadores: 100 por circunscripción nacional ordinaria, 2 por circunscripción especial indígena y 1 para el segundo lugar en las elecciones presidenciales. En esta ocasión ya no estarán los dos senadores del partido Comunes que, durante los últimos ocho años, ocuparon dichas curules por designación directa y en cumplimiento de los acuerdos de paz.

Ese mismo domingo 8 de marzo escogeremos, en los 32 departamentos de Colombia y en Bogotá, Distrito Capital, a las 188 personas que integrarán la Cámara de Representantes. Según las circunscripciones departamentales, se elegirán así: 162 curules proporcionalmente al número de habitantes de cada departamento, con un mínimo de dos representantes por listas de partidos y movimientos políticos con personería jurídica; y 4 curules por circunscripciones especiales (una para los colombianos residentes en el exterior, otra para la jurisdicción especial indígena y dos para las comunidades afrocolombianas). En esta ocasión no estarán las cinco curules del partido Comunes derivadas de los acuerdos de paz, pero sí las 16 curules especiales de las víctimas de la violencia, más el candidato a la Vicepresidencia de la fórmula que obtenga el segundo lugar en la primera o segunda vuelta presidencial.

Un hecho destacable en las elecciones parlamentarias es que las personas podemos votar por candidatos de diferentes partidos o movimientos políticos o sociales tanto para la Cámara de Representantes como para el Senado de la República. Este mecanismo permite que en ambas corporaciones se exprese la diversidad política y social del país.

A manera de reflexión democrática, considero que todos los partidos y movimientos políticos deberían repensar sus procedimientos para la escogencia de sus candidatos y candidatas, así como fortalecer la rendición pública de cuentas sobre los costos integrales de sus campañas al Congreso de la República. También es importante reflexionar sobre la posibilidad de que los senadores y representantes en ejercicio puedan ocupar cargos públicos a nivel nacional, regional o internacional durante su período.

Las otras elecciones que tendremos en 2026 serán el 31 de mayo, para elegir presidente y vicepresidente de la República. Estas campañas electorales, en mi opinión, por las expresiones negativas tanto del presidente de la República como de los partidos y sus candidatos, se han ido sectarizando y cargando de odios y descalificaciones. Con ello olvidan que su principal deber democrático es contribuir a la construcción de un Estado de paredes de cristal, a la reconciliación del país y al logro de una Colombia donde primen los Nortes Éticos de cero tolerancia con la corrupción, el despilfarro, la violencia, las desigualdades y las discriminaciones sociales, la contaminación ambiental y todas aquellas prácticas de personas que se aprovechan de sus cargos públicos o privados para ordeñar al Estado como si fuera su vaquita lechera.

Por mi experiencia en el sector público, social y político, considero que lo fundamental no es definirse como de izquierda o de derecha, sino tener claros los Nortes Éticos y plena conciencia de que no se llega a la Presidencia de la República ni a ningún otro cargo público, por elección o nombramiento, para beneficiarse personalmente, sino para servir de manera positiva y desinteresada a la población, empezando por los niños y las niñas.