El pais
SUSCRÍBETE
Angélica Mayolo
Angélica Mayolo | Foto: El País

Opinión

El legado de nuestras cantoras

Anita es el reflejo del legado de nuestras cantoras, mujeres que usaron sus voces a través del canto para relatar las vivencias de su entorno, manifestar tradiciones y principalmente transmitir su sentir.

27 de agosto de 2023 Por: Angélica Mayolo

Uno de los momentos más fascinantes de la reciente edición XXVII del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez fue el homenaje a la cantautora Ana Francisca Hernández Montaño, compositora de la reconocida canción ‘A Tumaco lo quemaron’ y quien ha dedicado toda su vida a promocionar y conservar la música de marimba y los cantos tradicionales del Pacífico Colombiano.

A sus 92 años, la maestra Anita tomó el micrófono ante las decenas de miles de personas que disfrutaban el Festival para agradecer el reconocimiento, y con emoción indescriptible cantó a todo pulmón ‘A Tumaco lo quemaron’. La multitud de asistentes respondimos a una solo voz, cada estrofa con su coro “a la una y a las dos”. Este eco de alegría, fue la mejor manera de exaltar la vida y obra de una gran mujer, quien desde hace más de 70 años decidió abrir camino a los cantos tradicionales, en una época donde la sociedad colombiana desconocía y poco valoraba la tradición oral y el patrimonio musical de las comunidades afrodescendientes del Pacífico sur.

Anita es el reflejo del legado de nuestras cantoras, mujeres que usaron sus voces a través del canto para relatar las vivencias de su entorno, manifestar tradiciones y principalmente transmitir su sentir. Sus cantos se convirtieron en un poderoso mecanismo de expresión para liberar el dolor, protestar ante las injusticias, enfrentar adversidades y también para celebrar la vida y el amor. Cantos que, como los alabaos, se han transmitido entre generaciones, conservando la tradición de despedir los seres queridos y dar la bienvenida a los recién nacidos.

Gracias a la labor y persistencia de nuestras cantoras, estas prácticas culturales no solo siguen intactas en la memoria de la comunidad afrocolombiana, sino que trascendieron a ser reconocidas y valoradas por la sociedad colombiana y sus instituciones en las más recientes décadas, como lo demuestra las declaratorias de patrimonio nacional e inmaterial de la humanidad ante la Unesco que recibieron la música de marimba, cantos y bailes tradicionales del Pacífico sur. Así mismo, que exista hoy una gran plataforma con afluencia masiva como el Festival Petronio Álvarez en Cali para visibilizar y exaltar esas expresiones, es parte del legado de aquellas mujeres que alzaron sus voces para preservar la tradición oral de un pueblo.

Reconocer el legado de estas cantoras representa valorar su importante contribución a la salvaguardia del patrimonio cultural de nuestra nación, y más importante aún será garantizar que los procesos de formación y transmisión de estos saberes a las nuevas generaciones se sigan fortaleciendo. Entre estos, el trabajo arduo de muchas gestoras culturales se ha convertido en guardianas de la tradición, desde las cantoras de Andagoya (Chocó) que han conservado los alabaos y gualíes, hasta la maestra Nidia Góngora en Cali, quien por medio de su Fundación Escuela Canalón brinda herramientas a los jóvenes del oriente de la ciudad para preservar su identidad cultural y resistir la violencia. A todos ellas gracias por darle sentido a nuestra diversidad.

AHORA EN Columnistas