El diputado Oliveros y el novelista Cercas

Gracias a la intervención de Arturo Mantilla, el diputado a la Asamblea del Valle Esteban Oliveros Montoya participó en un almuerzo servido en la Mesa Liberal del Club Colombia, y todos quienes en ella participamos quedamos verdaderamente admirados de la inteligencia y de la gestión que cumple Oliveros, quien se ha convertido en un verdadero guardián del presupuesto departamental, y crítico permanente de la gobernadora Dilian Francisca Toro y su clan político.

Oliveros nació en 1988 en un municipio del norte del Departamento, pero reside en Cali, en donde recibió título de ingeniero electrónico de la Universidad del Valle.

Su vida política comenzó con la ola verde de Antanas Mockus y su frase que lo marcó para siempre: “La vida es sagrada”. Antes de llegar a la política trabajó como investigador en la Universidad del Valle desarrollando proyectos de inteligencia artificial y tecnologías de voz, y luego fundó El Bus Publicidad Interactiva, emprendimiento que fusionaba la tecnología con la creatividad. Su llegada al sector público se dio en la alcaldía de Cali, donde fue parte del equipo creador del Departamento Administrativo TIC. Desde allí lideró la implementación de 40 zonas wi-fi, 11 laboratorios de innovación digital, el Tecno-Fest y la formación de más de 78 mil caleños en robótica y tecnología. Luego, en Jamundí, creo los Laboratorios de Innovación Ciudadana (Linci), espacio de co-creación entre gobierno y comunidad.

En 2023 fue elegido a la Asamblea Departamental del Valle del Cauca con tres banderas claras: transparencia, educación y oportunidades. Obtuvo 22.400 votos, y desde entonces su trabajo ha estado en un control político riguroso.

Ahora Oliveros ha llevado la inteligencia artificial al control político con una metodología propia a la que llama “Hacemos con ingeniería lo que no hace la Contraloría”.

En ese almuerzo, al despedirme, le dije que veía en él a un auténtico líder de amplio futuro en la política nacional.

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Javier Cercas, el ilustre escritor español, a quien solo le falta recibir el Nobel de Literatura, fue contratado por la curia vaticana para que escribiera un libro en el que quedara consignado el viaje que hizo el papa Francisco a Mongolia, en donde solo hay 1500 católicos. Ese país está incrustado entre Rusia y China, que no tienen relaciones diplomáticas con la sede papal.

Cercas aceptó escribir el libro, con una condición: que se le permitiera conversar con Francisco 5 minutos para que el pontífice le absolviera una inquietud sobre si existe resurrección de la carne y vida eterna después de la muerte, porque su madre, ya anciana y viuda, espera encontrarse con su marido difunto siguiendo lo que la Iglesia le ha enseñado; que al morir resucitamos y que habrá vida eterna gozando de la paz celestial.

Con la admiración que tengo por Cercas desde que leí ‘Soldados de Salamina’, adquirí la obra sobre el viaje papal que lleva por título ‘El loco de Dios en el fin del mundo’, que en sus 500 páginas mantiene al lector a la expectativa de lo que conteste el Vicario de Cristo a la pregunta del novelista.

Javier Cercas es miembro titular de la Real Academia Española de la Lengua, en lo relacionado con la letra R.