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Eder, COP 16, y Farallones

Se trata de un hito importante que atraerá innumerables actividades en los campos académico, político y turístico, con la consecuente incidencia sobre la creación de oportunidades y empleos.

12 de febrero de 2024 Por: Antonio de Roux

Cali es reconocida en el mundo por su vegetación feraz y por la variedad de aves que la habitan, una circunstancia que en buena hora llevó al alcalde Eder a proponerla como sede de la cumbre mundial de biodiversidad (COP 16). Se trata de un hito importante que atraerá innumerables actividades en los campos académico, político y turístico, con la consecuente incidencia sobre la creación de oportunidades y empleos.

Sin embargo, se debe tener claro que esa biodiversidad que nos enorgullece procede de nuestra proximidad al sistema de conservación ambiental representado por los Farallones de Cali, reconocidos como parque nacional desde 1968. La reserva, con sus casi 200 mil hectáreas, involucra los municipios de Cali, Jamundí, Buenaventura y Dagua, representando una inmensa fábrica generadora de agua y vida que da origen a más de treinta ríos y alberga innumerables especies de aves, reptiles, mamíferos y exponentes vegetales.

La consideración anterior lleva a reconocer y agradecer lo que Susana Muhammad, ministra del Medio Ambiente, está haciendo para salvar aquel patrimonio colectivo de la minería ilegal y de otras actividades ilícitas que venían arrasándolos. La intervención decidida efectuada por el ministerio tiene el beneficio adicional de ayudar a proteger la calidad de las aguas consumidas por parte de los habitantes de Cali. Y es que como consecuencia del rebusque irracional de oro y de otros metales preciosos, tanto el mercurio como los químicos y las excrecencias humanas se convirtieron en contaminantes potenciales de los acueductos de San Antonio, La Reforma y Meléndez.

Según se ha anunciado, los operativos impulsados por el ministerio permitieron eliminar asentamientos ilegales, el decomiso de maquinaria pesada, la destrucción de infraestructuras, la clausura de minas activas y la detención de personas partícipes del ilícito. Todo un conjunto de acciones que evitarán el envenenamiento del líquido vital que consumimos.

Al concluir las operaciones, la Ministra del Medio Ambiente mencionó que la recuperación del Parque Nacional de los Farallones de Cali fue posible gracias al trabajo interinstitucional con la Alcaldía de Cali, la Gobernación del Valle, la CVC, la fuerza pública y las entidades garantes de derechos. Agregó la funcionaria que el desalojo de los ocupantes y actores ilegales hace posible el retorno al territorio de los funcionarios de Parques Nacionales. Debe agregarse que la presencia continuada de este personal y la persistencia de controles exigen determinación y acompañamiento por parte de los distintos organismos del Estado.

Según expresara la señora Muhammad, el dominio territorial permitirá restaurar los suelos, la vegetación y la vida silvestre en la zona. Un cometido que podría tomar entre 20 y 50 años, demandando de paso la asignación de recursos económicos suficientes. Sobre este último aspecto, la ministra informó que durante el primer año de intervención se destinará al parque y su ecosistema una partida por valor de catorce mil millones de pesos provenientes de las regalías.

Bien por el alcalde Eder al proponer que el encuentro mundial de biodiversidad (COP 16) se haga en Cali; bien por la Ministra y su aporte encaminado a lograr que nuestra ciudad sea por siempre paraíso privilegiado de la naturaleza y sucursal del cielo.

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