Noticias de ayer y siempre

Los periódicos colombianos, a semejanza de cierto género de música, han sido, son y serán portadores perpetuos de uno o más temas con variaciones sobre él o ellos de manera que un viajero puede regresar a esta tierra el número de días, semanas o meses que corresponda y el tema será el mismo, con iguales o nuevas variaciones.Para los musicólogos, recordemos que Bach escribió las variaciones Goldberg, Beethoven las Diabelli, Chopin sobre tema de Mozart y así sucesivamente y casi dos siglos después las seguimos escuchando.Tomé al azar un diario del 20 de febrero y encontré el tema de la reelección del Procurador que tiene partidarios y enemigos, en igual proporción.Auncuando una opinión aislada de cualquier apoyo político poco vale en Colombia, mi opinión sobre el asunto es que si Ordóñez fuese capaz de tomar decisiones de conformidad con la Constitución y no con su belicismo religioso, sus aspiraciones podrían prosperar; temo, sin embargo que no es capaz de obrar como hombre del Estado.Defendí no hace mucho esta idea agregando cómo había él aplicado ejemplares sanciones a una numerosa colección de vagabundos pero, para mi sorpresa, se me argumentó que ese proceder emanaba abiertamente de su vocación de inquisidor y no de un fiel y celoso servidor público.Tantos curas que aún insisten en mezclar la política con la salvación eterna estarán haciendo proselitismo a favor del Procurador porque lo conocen mejor y saben que continuará ignorando las decisiones de las Cortes que se aparten de su cerrero catolicismo.Y pasando a otro asunto, el periódico del 15 de febrero parece querer sorprendernos con la noticia de que se cayó la licitación del tercer canal de televisión, concurso sobre el cual estamos leyendo lo mismo desde hace varios años y que al parecer dio origen a la compra de El Tiempo por parte de Planeta, que al no lograr su cometido está vendiéndolo ahora: variaciones sobre un mismo tema.Que el mundo está plagado de sacerdotes pedófilos, que los obispos y cardenales los ocultan y protegen para que ejerzan en diversos lugares su triste ministerio, es otra variación de un viejo tema que se mantiene vivo pues hasta ahora el Vaticano está pensando en denunciar a esos corruptos.¡Uribe está bravo con Santos! Nueva sorpresa periodística para quienes no lo intuyeron desde hace año y medio; diría variación con trinos.Falso psiquiatra ejerció durante años en el Instituto de Medicina Legal: nadie se dio cuenta de que no sabía, nadie revisó nunca sus falsas credenciales, etc… Por cierto, al escribir esta nota encuentro que hay otro falso profesional en la misma entidad. Esta falsedad es recurrente y constante. “En 20 meses estará lista la 94”. ¿Hace cuanto tiempo debió estar lista? ¿Quién ha sido sancionado? ¿Colmenares se suicidó? ¿Fue asesinado? ¿Murió accidentalmente? Dentro de varios años lo sabremos después del cotidiano comentario sobre el tema.¡Y otra gran novedad! Se vuelve a agitar el debate sobre legalización de la droga; habrá una solución, pienso yo, en el Siglo XXII.Luis Carlos Restrepo nos va a fatigar seis años más; el atraso en la infraestructura cien; otro tanto la penosa situación de Buenaventura que ahora nos impide, además, entrar a los acuerdos del Pacífico, visión que tomó forma durante la presidencia de Virgilio Barco; la crisis del fútbol colombiano y el uso de los estadios, por lo menos 50; la crisis hospitalaria y la reforma del sistema de salud, la definitiva, cien años junto con el régimen pensional; El Dorado y los controladores aéreos, 50; las consultas con las negritudes, ad aeternum, lo mismo que la movilidad en Bogotá y la estabilidad de los gobernantes en el Valle del Cauca.Siendo así las cosas, no es de extrañar que el placer de comenzar el día frente a un buen desayuno y con un periódico interesante, comience a degenerar en una rutina cuyo máximo punto de interés es buscar la lista de los muertos y leer algunos escasos comentarios inteligentes que no versan sobre los mismos temas que las eternas noticias que tanto nos fatigan y que prolongan en el tiempo todo lo malo que no somos capaces de corregir.