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Cali, memoria y futuro

Cali se proyecta hacia un porvenir esperanzador a partir de objetivos concretos y gracias al potencial que le ofrece la biodiversidad del Valle del Cauca y su cercanía al puerto de Buenaventura.

4 de enero de 2024 Por: Helena Palacios

Enero es el mes perfecto para el inicio de una nueva administración de nuestra querida Cali. Es el mes en que predomina el espíritu de transición, de puertas y entradas que hace honor al dios Jano de la mitología romana (januarius: mes de Jano), representado en dos caras de perfil, una mira hacia atrás y otra hacia adelante, pasado y futuro.

El discurso de posesión del alcalde Alejandro Eder Garcés en el marco de la Plaza de Cayzedo ha sido fiel a ese espíritu de apertura, volcado hacia el propósito de unir y trabajar duro para proseguir el legado de una provincia que supo ser pujante y cívica. Es acertado ver en la diversidad cultural una fortaleza y reconocer que ella es nuestra historia y también nuestro futuro.

Esa visión es conveniente porque a través de la memoria se explican muchas de las dinámicas sociales, y contribuye al manejo de los asuntos de la ciudad y de los complejos problemas que afronta. A pesar de ser Cali una esperanza para la región del Pacífico y el país -no valorada suficientemente por el centralismo y presidencialismo en los gobiernos de turno – las dificultades por las que atraviesa constituyen un verdadero reto.

Asume el mandatario ese desafío, pero también es claro que corresponde a todos asumirlo con las acciones que se hallan al alcance de cada quien, en su barrio, en su transitar, en las calles, en el respeto al entorno, al medio ambiente y a la vida; en el respaldo a las autoridades y a las normas, en la recuperación e instauración de buenas costumbres. La decidida participación de los jóvenes y la ciudadanía en general, es fundamental y ojalá podamos apreciarla pronto.

En el tratado “Semántica de la ciudad y educación” del profesor italiano Mario Gennari, la noción de “ambiente” no se circunscribe al perímetro del territorio, es parte integrante de toda la estructura biológica, incluida la comunicación social y los lugares donde ella se desarrolla, públicos y privados, bienes culturales y centros educativos. La gran plaza “es siempre un lugar de encuentro hacia el que el habitante, el visitante, el turista se sienten llamados por un reclamo oculto y lejano” (p.121).

Solo se tiene un presente único y valioso para vivir la experiencia de reconocernos en la memoria y los lugares de la urbe, apropiarnos de ellos en el buen sentido de quererlos conservar y saber su historia, rechazar los actos violentos para una pacífica convivencia. “Y –en palabras del alcalde- si nos unimos y nos aferramos a los principios que hoy nos mueven, lograremos Revivir a Cali y devolverle la dignidad a nuestra ciudad”.

Se fortalece el tejido social y la pequeña y mediana empresa, así como las grandes obras sociales y públicas, cuando hay una administración honesta en el manejo de los recursos y en los procesos de contratación. El enfoque de la gestión atendiendo las necesidades, entre otras, de seguridad y generación de oportunidades mediante la articulación con el sector privado, redundará en el bienestar de la ciudadanía.

Cali se proyecta hacia un porvenir esperanzador a partir de objetivos concretos y gracias al potencial que le ofrece la biodiversidad del Valle del Cauca y su cercanía al puerto de Buenaventura. Su posición privilegiada le augura crecimiento en turismo y comercio, siempre y cuando lo permitan las condiciones de seguridad que dependen en gran parte de los Gobiernos Nacional y Departamental.

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