Busquemos soluciones a la crisis en salud

Cuando fui gobernador del departamento del Valle del Cauca, del 2004 al 2007, desde el inicio de mi gobierno tomé la decisión de que mientras fuera gobernador, ningún hospital se cerraría y que los niños y las niñas serían atendidos de manera eficiente y gratuita.

Debo confesar que hacerlo no fue nada fácil. En su cumplimiento tuve que reemplazar al secretario de Salud, hacer más control y seguimiento a los recursos económicos destinados a la salud, tanto los de origen nacional como departamental y municipal, entre otras medidas.

En ese proceso conté siempre con la solidaridad y conocimiento en la materia de mi esposa Montse, del Gobierno Nacional y funcionarios del departamento. Para lograrlo, trabajamos coordinadamente con los directores de los hospitales públicos y privados, las alcaldías, haciendo seguimiento y control permanentes y teniendo cero tolerancia con la corrupción y el despilfarro, tal como lo mandatan las leyes que tenemos y la Constitución Nacional.

Frente a la noticia de que algunos hospitales públicos y privados se hallan en dificultades administrativas y financieras en varias regiones del país, incluyendo al Valle del Cauca, con todo respeto les manifiesto a los señores gobernadores, alcaldes y gerentes de esos hospitales que deben reunirse urgentemente con el Ministro de Salud para analizar donde pueden estar las causas, entre ellas, las generadas por la corrupción y el despilfarro en los propios centros hospitalarios públicos y privados, como también por tanta intermediación en los pagos de los servicios de salud.

Por mi experiencia en los temas de Estado, creo que más que una reforma a la salud, lo que se necesita es voluntad y decisión política, tanto del Gobierno Nacional como también de los gobiernos departamentales y municipales, mucho más cuando los recursos económicos definidos en el presupuesto nacional y en los presupuestos departamentales y municipales, destinados a las diversas políticas en materia de salud, entre ellas la prevención, les permite trabajar por logros concretos y reales en favor de la salud de la gente.

En la materialización de dicho proceso, como usuario de Sanitas, invito de manera especial a millones de usuarios de los servicios de salud a que no nos quedemos en el remolino de los que están a favor o en contra del presidente Petro, de su reforma a la salud o de sus medidas de intervención a las EPS Sanitas y Nueva EPS, sino que insistamos, unidos en la diferencia, en buscar posibles soluciones a esta crisis en favor de una política pública de fortalecimiento, saneamiento y mejoramiento de la red hospitalaria público privada y la ampliación de los servicios de salud a la población urbana y rural de los municipios que hoy carecen de ellos, incluyendo los temas de agua potable.

En materia de salud, lo que necesitamos es hacer un Acuerdo Nacional, liderado por el Gobierno Nacional, con la participación de los gobiernos departamentales, municipales, las EPS, IPS, las facultades de salud y todos los organismos de control y vigilancia del Estado, entre otros, a fin de erradicar la corrupción, el despilfarro y para tener cero tolerancia con todas aquellas personas, de cualquier procedencia política y social que, por el afán de lucro personal, se olviden que la salud es vida y que sus recursos son sagrados.