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¡Feria blindada!

Ha sido tan difícil este 2019 para los colombianos que prefiero hacer una pausa hoy y referirme a un tema menos espinoso que el genocidio de los indígenas en el Cauca.

7 de noviembre de 2019 Por: Beatriz López

Ha sido tan difícil este 2019 para los colombianos que prefiero hacer una pausa hoy y referirme a un tema menos espinoso que el genocidio de los indígenas en el Cauca, la moción de censura al Ministro de Defensa y el acalorado debate del martes, donde al final de la noche, se presagiaba su caída.

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En medio de tanta crispación, se abre paso el abrebocas de la 62 edición de la Feria de Cali, cuya protagonista es Luz Adriana Latorre, gerente de Corfecali, vinculada a esa Corporación por 8 años, hasta llegar a dirigirla. El déficit de $1400 millones que arrastraba en los últimos años, hoy la entrega con excedentes acumulados superiores a los $5000 millones.

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Luz Adriana nació en Buenaventura hace 53 años, y muy pequeña se trasladó con sus padres y hermanos a Yumbo, entonces ‘el polo de desarrollo industrial de la región’, donde hizo la primaria en el colegio parroquial Francisco Javier. Tiene una bella historia de superación personal, de fortaleza interior, apoyada por su madre, una modista que, ante la conformación de movimientos de izquierda en esa población, la matriculó en el colegio del Sagrado Corazón del Valle de Lili. De ahí saltó a la Universidad del Valle donde se graduó como Comunicadora Social.

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Su primer paso fue buscar trabajo en el naciente canal Telepacífico, donde empezó de cero, al lado de Beatriz Barros, Amparo de Carvajal y Mariana Garcés, quienes fueron claves en su proceso de formación. En 18 años fue telepronter, auxiliar de producción, camarógrafa, editora, auxiliar de producción, directora de sección de producción, jefe de producción. Después regresó como Gerente regional del Canal.

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Su ingreso a Corfecali fue igual, despacio pero consistente. Dos alcaldes, Rodrigo Guerrero y Maurice Armitage, creyeron en su talento y capacidad organizativa. Poco a poco fue transformando una Feria que se inició en la década del 60, cuando Cali aún no tenía aires de metrópoli. Era la cabalgata, donde los miembros de la ‘orden del bramadero’ se paseaban en sus alazanes por la Avenida Sexta, los personajes de entonces eran Jovita y el loco Guerra y la Salsa no había inoculado con tanta fuerza las arterias de la caleñidad.

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Son de destacar los logros obtenidos en su balance de gestión: 1) Abrió paso a la Calle de la Feria, lo que antes era el Festival de Orquestas. 2) La creación de cuatro nuevos eventos con la visión de una Feria incluyente y familiar. 3) El blindaje económico de Corfecali. 4) La internacionalización de eventos de la tradición e identidad caleñas como el Salsódromo y el Encuentro de Melómanos. 5) La certificación de los procesos de la Corporación.

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Para exorcizar este año 2019, a partir del 25 hasta el 30 de diciembre los caleños tendremos la oportunidad de gozar una Feria que trae 58 eventos, 57 de los cuales serán gratuitos, con 6000 artistas locales: el desfile de Carnaval, el Salsódromo, el Encuentro de Melómanos, los festivales de Mascotas, Juvenil y Deportivo. Una Feria que cuenta con el apoyo y la confianza de la empresa privada local y nacional.

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PD:
Ojalá que el alcalde entrante, Jorge Iván Ospina, tenga en cuenta a algunos de los funcionarios estrella de Armitage como Rodrigo Zamorano (Gestión de Riesgo), Luz Elena Azcárate (Educación), Rodolfo Gómez (Comunicaciones) y la misma Luz Adriana Latorre. Sería interesante también que reincorpore a Alberto Hadad, el único que ha logrado poner en cintura el caótico tráfico de Cali.