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Tres verbos que parece no conjugar nuestra fuerza militar en la...

19 de junio de 2011 Por: Antonio José Caballero

Tres verbos que parece no conjugar nuestra fuerza militar en la crisis de seguridad que está viviendo el país en los últimos días.Hablé con el presidente de los oficiales en retiro y ex comandante de la Fuerza Aérea, general Héctor Fabio Velasco. Hizo un análisis grave y peligroso de lo que sucede en las filas: “Es innegable que hemos perdido la iniciativa, que no se combate llevando la iniciativa que ha debido sostenerse. Ocurre en virtud de las condiciones en que se está combatiendo. Uno habla con las tropas y los oficiales y dicen que prefieren esconderse detrás de un escritorio a tener una condecoración de orden público. No hay continuidad del plan de seguridad democrática que se venía desarrollando”.Muy grave lo que afirma Velasco. Tiene que ver con el temor que algunos oficiales dicen padecer a quedar involucrados por la Justicia en investigaciones que luego los llevan a la cárcel, “como Plazas Vega y Arias Cabrales”.Pero me parece que no es tan exacto el juicio del general Velasco. Si bien sentimos los ataques de los narcorterroristas y las bajas causadas a las Fuerzas Militares, también es verdad que lo que ocurre ahora no se armó en los diez meses de gobierno que lleva Juan Manuel Santos.Por eso consulté a su comandante, almirante Édgar Cely, quien dijo: “Hay críticas válidas, pero la afirmación no es justa con nuestros soldados. Hay algunas debilidades que estamos estudiando, pero esto viene heredado y estamos redefiniendo la defensa jurídica y la defensa técnica”.Yo creo que es cierto. No me vengan a decir que los golpes terroristas en el Cauca nacieron ahora. Y que las ofensivas contra la población civil son resultado de una transformación de las Farc y las Bacrim, o que todo nació “del cambio de estilo de Santos”. El almirante Cely subrayó: “El cambio de estilo no cambia la doctrina ni el compromiso. No somos diferentes. Tanto que hemos llevado a los terroristas a volver sobre el viejo esquema de guerra de guerrillas”.Sin duda, la vieja táctica es lo que hace ver más cruento el conflicto. Asedios aquí, tomas allá, muertes civiles acullá. El resultado es la intimidación y el desespero. Creo también en “las manos negras” que señaló el presidente Santos. Ahora hay gritos y susurros que no se oían antes, magnificando los sucesos. Y veo un coro de agricultores y ganaderos y petroleros que quieren mezclar invierno con la violencia para justificar pérdidas y pedir más. Mezcla peligrosa, sobre todo para la imagen del país que crea confusión interna.No debemos permitir “la tolerancia social, política y judicial” de la que habla José Félix Lafourie de Fedegán, quien denunció 32 ganaderos secuestrados. Pero tampoco debemos atizar la hoguera y presentarla como novedad y debilidad de los soldados y policías. Aceptar los errores es sensato. Analizarlos es inteligente y corregirlos es de autoridades confiables. Como lo afirmó el almirante Cely, las Fuerzas Militares siguen siendo “bastión de la democracia”. Los demás, que critiquen con elementos constructivos. Ellos ya tuvieron su cuarto de hora y la historia ya los está juzgando.