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Ucrania y la solución diplomática

Los organismos multilaterales cuyo propósito es preservar la paz y la armonía universales, comenzando por la ONU, parecen incapaces de cumplir su propósito.

26 de febrero de 2023 Por: Antonio de Roux

Al cumplirse el primer año de la invasión a Ucrania la guerra parece empantanada, en el frente se observa una calma angustiosa. Los contendores esperan con ansiedad la llegada de la gran ofensiva de primavera, durante la cual ensayarán armas más letales y estrategias nuevas. Más allá de los combates diarios y del juego de posiciones, la realidad de fondo es que, en esos campos ucranianos de horizontes infinitos, está comprometido el destino de la humanidad. Hasta se puede pensar que ese será el escenario en el que comience la hecatombe final, el holocausto nuclear.

La invasión a Ucrania un país libre y soberano que jamás agredió a sus vecinos, es reprobable a la luz del derecho internacional y del más elemental sentido humanitario. Además, su continuidad representa un estado de cosas extremadamente peligroso para los habitantes de la tierra. Los contendores premunidos de armas de destrucción masiva, envalentonados por la vanidad y la prepotencia, podrían considerar que llegó el momento de apretar el botón de la destrucción total.

Más preocupante aún es observar que el mundo registra el eclipse total de la diplomacia. Los organismos multilaterales cuyo propósito es preservar la paz y la armonía universales, comenzando por la ONU, parecen incapaces de cumplir su propósito. Están capturados por burocracias ineficaces que engullen decenas de millones de dólares cada año.

En medio de este panorama tan inquietante la semana pasada surgió una luz de esperanza. Se trata del plan de paz presentado por el jefe de la diplomacia China. La propuesta es un punto de partida adecuado y su contenido abarca entre otros los siguientes aspectos:

- Respetar la soberanía e integridad territorial de todos los países.

- Cese al fuego inmediato por parte de los contendientes.

- Reanudación de las conversaciones de paz en la conciencia de que el diálogo es el único camino para resolver la crisis de Ucrania.

- Resolver la situación humanitaria y proteger a los civiles y prisioneros de guerra.

- No usar armas nucleares, químicas o biológicas.

- Detener las sanciones unilaterales.

- Promover la reconstrucción.

Es necesario indicar que con anterioridad las naciones occidentales habían solicitado de China una actitud más proactiva para poner fin por la vía diplomática al conflicto. Esta circunstancia explicaría la versión recogida por la BBC, según la cual el gobierno ucraniano calificó como “buena señal” la propuesta. Sin embargo, tal expresión contrasta con las reacciones de los altos cargos europeos y de la Otan.

En efecto, según la versión de la misma cadena informativa, la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen expresó sobre la propuesta: “Analizaremos los principios, por supuesto, pero los analizaremos en el contexto de que China ha tomado partido”. La representante incluso pareció descalificar la iniciativa señalando que: “No es un plan de paz”. De manera similar el Secretario General de la Otan, Jens Stoltenberg recibió la idea con palabras destempladas al indicar que “China no tiene mucha credibilidad porque no ha podido condenar la invasión ilegal de Ucrania”.

Las opiniones vertidas por estos funcionarios son sorprendentes, mantienen al mundo todo en una espera tétrica. La solución del conflicto será cuando Putin concluya que debe negociar, y nadie mejor que sus propios amigos para hacer que lo entienda.