Letras, música y muralismo
Tras cada una de estas iniciativas hay decenas de hombres y mujeres, caleños que se la juegan por las manifestaciones culturales de su preferencia y también por su ciudad.
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16 de sept de 2018, 11:50 p. m.
Actualizado el 19 de abr de 2023, 05:02 a. m.
Escribo esta nota cuando aún resuenan los acordes del son y la conga que el Festival Ajazzgo 2018 nos regaló en este año. El acontecimiento tuvo lugar apenas culminado Oiga Mire Lea, la celebración de las letras que convoca a los mejores autores y cuyos asistentes ya se cuentan por miles.
Con anterioridad hubo tiempo para la poesía y la danza, mientras que en unos días llegará la oportunidad para las ideas y las políticas públicas al celebrarse Cali Epicentro. Luego vendrá la feria del libro que constituye un banquete para el intelecto, y llegará el turno de las artes plásticas al celebrarse la cuarta Bienal de Muralismo y Arte Público.
Tras cada una de estas iniciativas hay decenas de hombres y mujeres, caleños que se la juegan por las manifestaciones culturales de su preferencia y también por su ciudad. Una florescencia, que en buena medida tiene lugar por el impulso discreto y eficaz de la exministra Mariana Garcés Córdoba, a quien estamos en mora de tributar un justo homenaje de reconocimiento.
La bienal de muralismo organizada por el Museo Libre de Arte Público –Muli-, incluye entre sus propósitos desarrollar nuevos públicos para las obras plásticas, fotografía y arte digital; fomentar el embellecimiento de la ciudad y el mejoramiento del entorno; propiciar tanto la cultura ciudadana como el gusto estético entre los habitantes.
Las diversas ediciones de la bienal le han dejado a Cali casi cuatrocientas obras ubicadas en 49 sitios, los cuales se reparten en 16 comunas y en los corregimientos de Felidia y Villa Carmelo. La colección aportada crecerá en cuarenta producciones como resultado del nuevo evento, el cual reúne a 108 artistas.
La bienal de muralismo y el creciente museo a cielo abierto del que hoy dispone Cali han sido posibles gracias al empuje incontenible de Carolina Jaramillo, caleña que preside Fundiberarte, organización sin ánimo de lucro cuya junta directiva está integrada por entusiastas damas quienes no buscan llevar la gente al museo, si no el museo a la gente. La entidad despliega además una intensa agenda de contenido social orientada a la formación y promoción de los artistas de la calle tan necesitados de oportunidades.
Para el cumplimiento de este propósito el Muli ha encontrado un aliado fundamental en el sistema de transporte masivo, MÍO, tanto así que ya se han instalado puntos de exhibición, o pabellones, en muchas de sus terminales. El propósito perseguido es que las obras contribuyan a la generación de una narrativa urbana común dentro de un contexto diverso y complejo como el nuestro.
En este orden de ideas ahora se dará el paso de llevar la producción artística al MÍO Cable que contará con veintiocho obras murales. En la estación de Cañaveralejo el tema escogido es la historia del transporte; en la de Tierra Blanca la expresión estará referida a la música y la danza; en Brisas de Mayo se abordarán mitos y leyendas de la comuna 20, y en Lleras Camargo la temática mural se vincula a la naturaleza.
El propósito de un sistema de transporte masivo va muchos más allá de la movilización de personas, su operación puede ser determinante para preservar la cultura y propiciar los valores colectivos. En buena hora la administración de Metrocali que preside Nicolás Orejuela, se ha comprometido con este empeño.
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