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Cali controla su territorio

Usualmente los invasores profesionales pertenecen a bandas organizadas. Algunas de estas son autónomas, mientras otras tienen vínculos con politiqueros del nivel local.

23 de diciembre de 2018 Por: Antonio de Roux

En una reunión convocada por el Alcalde Armitage la cual contó con participación de empresarios y representantes de la sociedad civil, se dieron a conocer las estrategias y acciones adelantadas por el gobierno municipal para detener la actividad de los invasores criminales.

Los invasores criminales conocidos también como ‘tierreros’, ocupan a la brava predios públicos y privados; urbanos y rurales. Sin importarles los riegos generados por las características del terreno, la falta de servicios, la ausencia de accesos, la carencia de título jurídico, el detrimento medioambiental y la violación de las normas urbanísticas, venden supuestos derechos a ciudadanos incautos, migrantes o desplazados que buscan un lugar habitable bajo el sol.

La actividad de los criminales referidos va acompañada por lo general de conductas delictuales como son la quema indiscriminada de vegetación en las zonas a ser ocupadas, el robo de servicios públicos y el porte ilegal de armas. Lo último en la idea de amedrentar a quienes pretendan oponerse a sus turbios procederes.

Un aspecto a destacar es que usualmente los invasores profesionales pertenecen a bandas organizadas. Algunas de estas son autónomas, mientras otras tienen vínculos con politiqueros del nivel local. Incluso no faltan las amparadas por algún concejal quien encuentra en ese patrocinio la oportunidad para recoger votos que cuentan aunque estén manchados de ilegalidad. Por supuesto se trata de una práctica que se exacerba en épocas preelectorales como la que nos aprestamos a vivir el próximo año.

La estrategia municipal para controlar el territorio y derrotar las invasiones tiene su punto principal de apoyo en la Unidad de Control de Invasiones y Ecosistemas. La unidad articula los esfuerzos de otras dependencias como son las secretarías de Seguridad, Gestión de Riesgo, Gobierno y Dagma e integra recursos de otros organismos como el Ejercito de Colombia, la fuerza aérea, la Policía Nacional con el helicóptero halcón, los bomberos y la Fiscalía General.

La Unidad de Control es gestionada por funcionarios de alto nivel profesional y se ocupa en las tareas de prevención, disuasión, alerta temprana y repuesta rápida. Como consecuencia tras pocos meses de actividad exhibe logros notables entre los que se cuentan 1638 ocupantes ilegales retirados de las zonas protegidas; 258 cambuches destruidos en ríos y canales; 704 toneladas de residuos de construcción eliminadas; 21 invasiones masivas detenidas; 110 invasores denunciados y 86 de estos con medida privativa de la libertad.

La experiencia de la Unidad de Control deja claro que además de mantener las actividades represivas se hace inaplazable adelantar la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial - POT. La razón es que tal instrumento en forma idealista, congeló bajo la figura de ecoparques o zonas de protección forestal grandes áreas que el municipio difícilmente está en capacidad de proteger. En otras palabras las convirtió en botín potencial de los depredadores urbanos siempre dispuestos a arrebatar lo ajeno.

Mucho más sensato sería que en vez de la prohibición absoluta de construir en esas zonas, se autorice su desarrollo mediante proyectos amigables con el medio ambiente, y además se asignen espacios para construir los miles de viviendas de interés social que Cali necesita desde hace tiempo.