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Ciudades ecoamigables

Hoy en día los carros eléctricos, aunque no hay suficientes, recorren las ciudades en silencio y con cero contaminaciones.

23 de marzo de 2023 Por: Angela Cuevas de Dolmetsch

Ya estamos cerca de la Cumbre de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) del 2023 y en preparación para la Cumbre del Futuro a realizarse en septiembre del 2024 que buscará con el pacto del futuro establecer la plataforma de compromisos para que los seres humanos como seres pensantes no caminemos por la vía de la destrucción y protejamos ese planeta que Dios nos dio.

Según el Índice de Ciudades Sostenibles publicado por Arcadis, Londres es la ciudad más sostenible del mundo, seguida de Frankfurt y Estocolmo. Para considerar una ciudad sostenible se tienen en cuenta cinco criterios: las personas, el planeta, la paz o la seguridad, la prosperidad y la colaboración. Se consideran ecoamigables, ciudades resistentes al cambio climático, que son capaces de reducir la vulnerabilidad de sus ciudadanos y mejorar su calidad de vida, pero esto depende en gran medida de sus habitantes.

La emisión de carbono es una de las grandes preocupaciones. Ya las ciudades europeas han ido adecuando sus diseños urbanísticos. Londres una ciudad antigua pero cambiante, ha habilitado un cuarto carril para bicicletas, aunque las ciclovías de los parques se comunican entre sí. Se ven bicicletas de todos los estilos, desde eléctricas hasta portátiles que ocupan poco espacio y caben en un clóset a la entrada de la casa. En muchas calles ya hace algún tiempo hay bicicletas a disposición de los visitantes que las pueden alquilar con tarjeta de crédito y unirse a los grupos de bicituristas, una nueva modalidad de recorrer las ciudades.
Amsterdam siempre ha sido de bicicletas y ahora más que nunca. Y para aquellos que tienen problemas de movilidad están las motonetas eléctricas ya no pesadas y complicadas, pero pequeñas y livianas.

El plástico de un solo uso ha sido remplazado por productos de cartón, cucharas y cubiertos de bambú con la excepción de las botellas que paulatinamente se remplazan por cartones y de vidrio reutilizables. Hay un compromiso de algunos países de prohibir vehículos de gasolina y de diésel después del 2035. Hoy en día los carros eléctricos, aunque no hay suficientes, recorren las ciudades en silencio y con cero contaminaciones.

La dieta ha ido cambiando. La leche de vaca le ha dado paso a la leche de coco, de almendra y de soya y los restaurantes veganos proliferan. Hay conciencia de que las vacas contaminan y la gente después de la pandemia se ve más delgada saludable y ágil.

Qué lejos está Colombia de lograr esa sostenibilidad, empezando por la guerra y la inseguridad. El transporte público es regular y la gente se moviliza en motos que podrían ser remplazadas por bicicletas eléctricas.
El carro en países en vía de desarrollo sigue siendo símbolo de prosperidad. Con la compra de las hectáreas de tierra a los ganaderos seguro se removerá esa fuente de contaminación siempre que se escuchen las voces de la biodiversidad y se utilicen para hacer ecoaldeas sostenibles y con seguridad alimentaria.