El POT

En Bogotá se presentó una importante discusión sobre el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) propuesto por el alcalde Petro, con los concejales y el gremio de los constructores. El Plan no pasó en el Concejo, pero el Alcalde usó prerrogativas legales que le permitieron adoptarlo. Lo importante es que se dio alguna discusión pública sobre la conveniencia o no de la propuesta. En Cali, poco se sabe sobre el Plan que se está diseñando para la ciudad, salvo un foro que tuvo divulgación. Parece que, en este momento, el Plan está para observaciones de la CVC, que de allí debe pasar a un debate en una comisión de Planeación del Municipio y posteriormente al Concejo para su discusión y aprobación, todo esto para que el Alcalde lo pueda aprobar antes del 31 de diciembre de este año, asunto difícil de que se pueda llevar a cabo. En alguna noticia de prensa del año pasado, con referencia al POT vigente, se observaba que Cali era una ciudad ambientalmente ‘frágil’ y que tenía, en Colombia, la mayor proporción de población en situación de riesgo ambiental. Este planteamiento es preocupante e implica ponerle atención a lo que se está discutiendo sobre el ordenamiento territorial de la ciudad. Implícito en cualquier POT hay una idea sobre la ciudad que se tiene, sus problemas y la que se quiere, por lo menos desde el punto de vista de uso del territorio. Habría entonces que desarrollar el argumento sobre la “fragilidad ambiental” de Cali y la manera de confrontar este problema que solo aparece como evidente ya con las catástrofes de hecho. Se puede tener en mente el tema del jarillón del río Cauca y la enorme población adyacente en riesgo, la inestabilidad de los territorios de ladera con numerosos barrios, o bien las fallas sísmicas y el tipo de construcciones que se observan, en todos los estratos de la ciudad.Ciertamente es normal y deseable, por otro lado, que existan y se expresen distintos diagnósticos e intereses, sobre el tema del ordenamiento territorial. Especialmente, el punto de vista de los constructores privados que, en última instancia, se motivan por la autorización de construcción en predios con rentabilidad. Pero lo fundamental, más allá de los intereses particulares, es escudriñar lo que esta pensando el Gobierno Municipal y poner estos planeamientos en discusión con lo que puede ser un interés público general para la ciudad. El POT debe responder a los intereses colectivos de la ciudad.En reuniones informales con conocedores del tema, han comentado que existe un diagnóstico según el cual la zona de Aguablanca está sobrepoblada. De allí se puede concluir que la ciudad requiere crecer en su perímetro. Este planteamiento que puede tener validez fáctica, por situaciones de pobreza, puede llevar a una conclusión de política desacertada como la expansión del perímetro a secas. Hay alternativas de urbanización y de mejor vivir distintas. El POT que se está discutiendo en Medellín trabaja en este sentido, vinculando al tema del ordenamiento territorial, el del urbanismo y la convivencia, con resultados notables. En síntesis, se debe promover la discusión pública de un asunto tan importante como éste. Para el efecto, se llevará a cabo un foro en la Universidad Autónoma de Occidente el miércoles 2 de octubre a las 2:00 p.m., en donde tendremos la oportunidad de escuchar al Director de Planeación Municipal, al Gerente Regional de Camacol, al Director de una ONG ambiental de la ciudad y a dos profesores universitarios conocedores del tema.