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Compromiso con la paz

A pesar del aumento considerable de la votación en la segunda vuelta...

25 de junio de 2014 Por: Álvaro Guzmán Barney

A pesar del aumento considerable de la votación en la segunda vuelta para Presidente, el 52% de los que podían votar se abstuvieron, cifra muy alta, como ha sido tradicional en el país y problema de fondo que no se resuelve con el voto obligatorio. De los que votaron, el 4% lo hizo en blanco, seguramente un sector intransigente y fundamentalista que no captó las diferencias entre los dos candidatos y lo que estaba en juego, apoyando una u otra alternativa. El 45% de los votos de Zuluaga no era homogéneo. Tal vez, la mayoría era de uribistas furibundos, pero un porcentaje notable expresaba también diferencias con el manejo que ha tenido el proceso de paz en La Habana y tenía reservas con el compromiso de las Farc para dejar las armas y entrar en un proceso de paz definitivo. También hubo adhesiones regionalistas, esencialmente en el eje cafetero. Zuluaga se hizo eco de este último sector y, si hubiera ganado las elecciones se podría pronosticar que se habría convertido en el siguiente traidor de los guerreristas, dada la fuerza que ya tiene el proceso de paz, sobretodo en el plano internacional.El presidente Santos ganó con el compromiso de sacar adelante el proceso de paz que inició y que ya lleva un importante trecho recorrido. Pero se debe destacar que detrás de su votación también hay una alta heterogeneidad. Con los santistas del partido de la U y el grueso de los liberales, el Presidente no ganó en la primera vuelta. La diferencia posterior a su favor estuvo con la votación lograda con la izquierda, con los Progresistas, los Verdes y el Polo, más los votos que pudo ganar, con la bandera de la paz, de quienes inicialmente se abstuvieron o votaron en blanco. El Presidente tiene un enorme compromiso con este diferenciado abanico de votos por la paz, que tienen visiones distintas sobre este mismo propósito.Pero, ¿cuál es la importancia de este sector de izquierda, especialmente en relación con las Farc y con lo que pueda suceder con las conversaciones y los acuerdos de paz? Lo más importante, es que con el proceso electoral, se ha dado un paso significativo en la institucionalización de la oposición democrática de izquierda en Colombia. Una izquierda civilista que no promueve la vía armada, que espera hacer oposición exclusivamente política y que busca convertirse en una opción de poder por la vía electoral y con reglas de juego de rotación. Esto es un hecho notable, hacia formas de gobierno parecidas a las de Brasil, Chile, Uruguay o Argentina.De paso, también hay un mensaje muy claro para las Farc y el ELN con los resultados electorales. Justo el 51% de los que votaron apoyan claramente los diálogos y el proceso de paz, con acuerdos concretos y en el corto plazo. Pero se requiere una renuncia explícita a la vía armada por parte de las guerrillas. La entrega de armas sería mucho más importante y significativa que la dejación y, por esta vía, el ingreso transparente de una fuerza más a la oposición democrática. Las Farc ganaron con las elecciones en la medida en que el proceso de negociaciones continua, pero pueden resultar siendo perdedoras, si no son conscientes y realistas sobre el clamor de la mayoría de los colombianos, incluso de algunos que votaron por Zuluaga, por una Colombia sin conflicto armado. Se requiere un gran compromiso por la paz, del Presidente, de los Partidos, de las guerrillas de las Farc y del ELN, de los colombianos en general.