La primera vuelta
Fijarse metas demandantes, tampoco, siempre y cuando se puedan ejecutar; no obstante, prometer obras en campaña política, sabiendo que son imposibles de realizar es populismo.
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24 de may de 2022, 11:50 p. m.
Actualizado el 18 de may de 2023, 04:48 a. m.
El próximo domingo tendrá lugar la primera ronda de las elecciones presidenciales.
La orientación política, económica y social del país depende de los gobernantes que elijamos, por lo tanto, el bienestar de nuestros ciudadanos.
Las encuestas indican que Petro tiene la delantera, lo sigue Fico y cerca, en tercer lugar, Rodolfo Hernández. El resto de los candidatos tienen pocas posibilidades de pasar a la ronda definitiva.
Me refiero nuevamente al tema electoral por la importancia que tiene para Colombia.
Petro prometió construir un ferrocarril elevado de energía eléctrica entre Buenaventura y Barranquilla para transportar el exceso de la carga del Canal de Panamá. Se olvidó que, a mediados del siglo antepasado, Colombia construyó un ferrocarril cuando Panamá era un departamento, el cual todavía existe modernizado, para interconectar el istmo. Dicho trazado es casi paralelo al Canal. Si tuviese que transportar contenedores por tierra, sería más barato utilizar el ferrocarril existente.
También manifestó que el costo sería de US$13.000 por kilómetro de recorrido. Una cifra sin bases. Como no existen los astronómicos recursos, dice que la haría por concesión. ¿Quién se le mediría a esta aventura?
Soñar no es un yerro. Fijarse metas demandantes, tampoco, siempre y cuando se puedan ejecutar; no obstante, prometer obras en campaña política, sabiendo que son imposibles de realizar es populismo.
Otro tema preocupante fue cuando afirmó que cuatro años son muy pocos para realizar los cambios que él pretende. Ahora, sugieren él y sus seguidores que no buscaría la reelección, pues su legado puede continuarse con sus allegados como Francia Márquez. El riesgo de perpetuarse como Maduro es alto.
El candidato favorito insiste en prohibir abruptamente la exploración petrolera, lo cual nos conduciría en los próximos años a una crisis económica de una magnitud inconmensurable. Se produciría una inflación galopante, una escasez de divisas imposible de compensar con soluciones ilusorias, como ha propuesto, y un déficit tributario, que obligaría a elevar los impuestos a sumas de una magnitud inimaginable.
Se dispararían los precios de los combustibles y la devaluación se volvería insoportable. Ni pensar en lo que dejarían de recibir las regiones por regalías. La transición energética debe ser gradual y no súbita.
Promete suprimir la independencia del Banco de la República, garante de la estabilidad monetaria, un logro de la separación de poderes que ofrece confianza económica. ¿Será que lo deduce lo que estableció Chávez en Venezuela?, el Bolívar Fuerte.
Ahora propala, sin fundamento, que las elecciones las van a posponer.
La región del Pacífico ha organizado varios foros con los candidatos para conocer qué ideas tienen para acelerar su progreso. Petro se ha excusado a todos, por consiguiente, desconocemos qué piensa sobre la profundización del puerto de Buenaventura, qué opina sobre la carretera Mulaló - Loboguerrero, cómo mejoraría la prestación de los servicios educativos, la salud y la justicia en el litoral, etc. Por el contrario, los demás candidatos han participado y conocemos sus propuestas.
Su actitud y su talante sugiere que va a gobernar desde Bogotá, Federico propone hacerlo desde las regiones. Centralismo contra desconcentración administrativa, un anhelo de la periferia.

Economista de profesión. Empresario con experiencia en el sector público y privado. Columnista de El País desde hace varios años.
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