Diferencia importante
Por ahora celebro que parece que estamos saliendo de la era la polarización y entrando en la era de la oposición.
Los recientes acontecimientos políticos de nuestro país nos muestran una clase política rápidamente abrazando a Petro, quien se ha puesto la meta y está haciendo el esfuerzo por lograr un gran pacto nacional. Qué bueno sería tener un país con claridad sobre el futuro, que nos permitiera tener certidumbres frente a las decisiones futuras. Sin embargo, nada más distante de la realidad.
Celebro el llamado que ha hecho nuestro nuevo presidente electo al diálogo. Haber sentado a lideres políticos de las diferentes tendencias constituye un avance en las formas de hacer la política. Igualmente valoro la aceptación a este llamado, pues nadie le ha dejado la silla vacía. Me queda la duda de lo conversado, los acuerdos alcanzados pues de esto poco se ha informado. Puedo inferir, por quienes han participado en las reuniones, que los temas discutidos son mucho más profundos que mera burocracia y que los cambios propuestos no alteran las bases fundamentales de la sociedad colombiana como la conocemos hoy. Afortunadamente.
Sin embargo, resulta muy pertinente conocer cuál va a ser el verdadero estilo de gobierno y línea ideológica del gobierno entrante. ¿Será el gobierno de las nacionalizaciones de la industria, la salud y la banca o un gobierno progresista más enfocado en cambios respecto a la asignación de los impuestos, subsidios y gasto? Este es el verdadero dilema que podrá permitir identificar quien va a hacer oposición y quién va a estar del lado del gobierno. Hasta ahora esto no es claro y se tiene información en ambas direcciones.
La diferencia entre oposición y polarización radica en los motivos que llevan a no estar de acuerdo con el contradictor. En el caso de la oposición, este desacuerdo proviene de diferencia ideológicas contrarias. La polarización corresponde a un sentimiento, y es mucho más profundo. Este además se encuentra justificado en el desacuerdo con la persona, independientemente de sus propuestas. Lo que hemos vivido en los últimos años en Colombia es polarización.
Una oposición constructiva, a diferencia de la polarización, es buena para una democracia. Garantiza el estudio consciente de las reformas y el control político a los distintos funcionarios. Permite presentar y estudiar los diferentes puntos de vista antes de la toma de una decisión. En la democracia colombiana han sido pocos los momentos en los cuales la oposición ha sido una fuerza verdaderamente constructiva y en muchos casos ha terminado siendo comprada por el poder presupuestal que tiene el Ejecutivo. Nuestra democracia en el pasado reciente cayó en una polarización que no ha permitido construir acuerdos reales frente a los grandes problemas estructurales que tiene nuestro país. Todo se ha limitado a usar la mecánica política para lograr mayorías en el congreso.
Espero que rápidamente se sepan las posturas que va a asumir el gobierno Petro frente a temas de tanta trascendencia como la explotación petrolera o las reformas al sistema de pensiones. Creo que tener claridad en estas áreas permitirá tranquilizar los mercados. De no hacerlo, seguiremos viviendo esta incertidumbre que trata de ser aliviada con el nombramiento de personas muy capaces en los altos puestos del Estado. Personas que no permitirán hacer locuras y que espero duren en sus cargos. Ojalá se pueda tener rápidamente configurado el mapa político basado en ideologías. Por ahora celebro que parece que estamos saliendo de la era la polarización y entrando en la era de la oposición. Diferencia importante.