Coherencia
Esta semana hemos tenido un caso absurdo en nuestra ciudad, el personero de Cali, Harold Andrés Cortés, no hizo honor a su apellido ni a su cargo y fue filmado en un episodio en el cual, salido de control, agrede a un ciudadano.
Siga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

12 de sept de 2021, 11:55 p. m.
Actualizado el 18 de may de 2023, 07:19 a. m.
Como sociedad les debemos demandar a nuestros líderes unas mínimas características que estos nos deberían garantizar. La honradez, la lealtad y la coherencia son algunas de ellas.
A la clase política muchas veces se le perdona la falta de coherencia, bajo la conocida frase de “la política es dinámica”. Sin embargo, lo que podría estar determinado por la evolución de la sociedad o los cambios de la coyuntura, se ha convertido en la norma para amparar y cobijar a líderes que no representan absolutamente nada de lo que se les ha encargado.
Esta semana hemos tenido un caso absurdo en nuestra ciudad, el personero de Cali, Harold Andrés Cortés, no hizo honor a su apellido ni a su cargo y fue filmado en un episodio en el cual, salido de control, agrede a un ciudadano. Para no entrar en los motivos de la agresión me limitaré a decir que es el personero de la ciudad el encargado de velar por que la autoridad municipal no se extralimite en sus funciones. Igualmente es el encargado de defender y proteger los derechos humanos en nuestra ciudad. Este funcionario, por las razones que sean, claramente no fue coherente con sus actuaciones. Demuestra que su nombramiento estuvo enmarcado por el pago de favores políticos del concejo de nuestra ciudad a un grupo político, y no por el buen perfil del señor Cortés.
Igualmente, en la administración municipal, en cabeza de Jorge Iván Ospina observamos una ausencia absoluta de coherencia. Durante meses nuestro alcalde, cuestionó y desincentivó el MÍO. Atacó con discursos y actuaciones la sostenibilidad del sistema. Cuando los vándalos destruyeron las estaciones escondió su responsabilidad en el ropaje de las aseguradoras y ahora justifica su lenta ejecución de la recuperación de la infraestructura en las dificultades con la reclamación de las pólizas. Ahora que ve que no va a cumplir con la meta lejana, que el mismo se trazó, de tener la infraestructura del sistema en total operación a más tardar en diciembre de este año, ha decidido volver a cambiar su discurso. Enfilarse contra las aseguradoras y decir que lo va a hacer con recursos propios del municipio. Espero que esta contratación sea cumpliendo la ley y no como nos tiene acostumbrados, buscando contratar directa favoreciendo a sus amigos y donantes.
Alcalde, lo eligieron los caleños para que administrara, respondiera a los problemas de ciudad independientemente de las dificultades que tuviera que afrontar. Para eso se nombran administradores no para que nos den discursos sobre el deber ser o las justificaciones de porque no lo han logrado.
La coherencia es una cualidad que las personas la tienen o no en su vida. No sólo se necesita en el sector público basta con analizar un poco las actuaciones pasadas de una persona para saber si están o no enmarcadas por la coherencia.
La campaña electoral a la presidencia ya arrancó y se perfilan diferentes candidatos con muchos talantes. Algunos de estos candidatos, viejos conocidos, han marcado claramente su falta de coherencia y no tienen ningún problema en salir con afirmaciones falsas, populistas o escandalosas con tal de conseguir figuración. Sin embargo, hay algunos que muestran energía y ganas de honrar el valor de la coherencia, plantean campañas enfocadas en las propuestas, el debate sobre las ideas y la confrontación ideológica y no personal. Ojalá el próximo presidente de Colombia sea uno de estos colombianos que verdaderamente esté comprometido con la coherencia.

Economista de la Universidad Javeriana con MBA de Babson College. Se ha desempeñado en cargos directivos en el sector financiero, gobierno municipal y entidades sin animo de lucro.
6024455000