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Helena Palacios

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Alguien habló

Muy pocas veces se une una gran diversidad de ciudadanos en esa magnitud, en pos de un objetivo común. Sucede cuando se rebosa la copa.

25 de abril de 2024 Por: Helena Palacios

Hace ya mucho tiempo que, del proceder del gobierno, lo que más incertidumbre nos causa a la mayoría no es el objetivo de cambios y una paz total, sino la forma y el fondo como el presidente Gustavo Petro viene intentándolo. Sin embargo, no parece entenderlo así por su terquedad y convencimiento de estar iluminado, con lo cual impide la conversación y reduce a quienes no son sus áulicos, a la calidad de enemigos y opositores de la derecha.

Es tan inquietante la negación de la realidad del mandatario, que vistas las multitudinarias marchas del 21 de abril, ha sido incapaz de reconocer que estuvieron allí personas de las más diferentes condiciones sociales, razas, edades trabajadoras del servicio, gente del común. No importó la amenaza de lluvias, salieron de sus casas en distintos estratos económicos, familias, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o estudio, a manifestar su inconformidad con las políticas y actitudes del gobierno.

Muy pocas veces se une una gran diversidad de ciudadanos en esa magnitud, en pos de un objetivo común. Sucede cuando se rebosa la copa. Ocurrió en el 2008 en manifestación contra las Farc, cuyo actuar criminal propició ríos de manifestantes sin distinción de clases, a lo largo de las calles, para demostrarle su rechazo y cortar sus alas. Hoy vemos que la jornada del domingo fue semejante a aquella, si no superior, y aunque por otro motivo, también representó a un pueblo que habló.

La exasperación fue alimentada por el mismo Petro atrincherado en su confusa mentalidad y demagogia, con posiciones a veces absurdas, en relación con varios frentes neurálgicos de la Nación y de sus habitantes, como lo son las fuentes de ingresos del país, la seguridad, la salud, el proceso constituyente, las empresas, el empleo, la situación energética. Sobre esos asuntos la gente discierne y le preocupa un gobierno que divide, en lugar de construir y ejecutar.

Si bien en la concentración algunos pertenecían a grupos políticos, se destacó una franja mayoritaria de independientes, ni de derechas ni de izquierdas, clases medias y populares, que participaron con autonomía, que no esperaban pagos o compensaciones por hacerlo. Se suma a ellos, los que por motivos personales no caminaron ese día, pero les acompañaron de espíritu. A pesar de esto, el presidente hizo gala de su estilo, al ponerlos en tela de juicio en sus trinos y radicalizarse. Invitó a la calle a los que considera son los suyos, para competir y confrontar, no escuchó el clamor.

Con los ecos de la histórica marcha, Bogotá vive su Feria Internacional del Libro, un encuentro feliz con la lectura y los escritores. La joven filóloga y escritora española Irene Vallejo, en su singular modo de enfocar a los grandes pensadores de la antigüedad, logra traer en cristalinas palabras esa sabiduría a nuestro presente y fragor diario, para iluminarlo y permitirnos comprenderlo. Alguien habló de nosotros es una recopilación de sus columnas en el periódico Heraldo de Aragón, textos cortos sobre diversos motivos de la vida y el poder.

En torno al riesgo político la autora se remite a Aristóteles, según el cual, el peligro de la democracia es la demagogia, que “supone abordar los debates mediante el lenguaje de los sentimientos y orillar la posibilidad misma de una serena argumentación sobre la acción política”, al punto que, advierte, puede cambiar el rumbo hacia derivas más autoritarias.

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