ESTADOS UNIDOS

Trump califica de "terrorismo doméstico" las protestas violentas contra el racismo

Trump fue a la ciudad de Kenosha ignorando al gobernador de Wisconsin, Tony Evers, quien expresó su temor de que ello inflamaría las tensiones desatadas tras la reciente muerte de Jacob Blake.

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Los demócratas han cuestionado la sugerencia de Trump sobre elecciones, enfatizando en los negativos resultados que ha tenido de las encuestas en estados claves. | Foto: Foto: AFP

1 de sept de 2020, 09:03 p. m.

Actualizado el 26 de dic de 2024, 09:44 p. m.

El presidente Donald Trump calificó como "terrorismo doméstico" las protestas contra el racismo y la Policía, en medio de su visita a la ciudad de Kenosha, foco de manifestaciones y disturbios tras nuevo caso de brutalidad policial contra un hombre negro.

"Estos no son actos de una protesta pacífica, son terrorismo doméstico", dijo en alusión a las protestas y disturbios que se apoderaron de esta ciudad de Wisconsin, un estado clave para las elecciones de noviembre, a la que buscó llevar su mantra de "ley y orden".

Trump fue a Kenosha ignorando pedidos contrarios del gobernador de Wisconsin, el demócrata Tony Evers. Este expresó su temor de que ello inflamaría las tensiones desatadas tras la reciente muerte de Jacob Blake, un hombre negro de 29 años que acabó paralítico luego de que un agente policial blanco le disparara frente a sus tres pequeños hijos en un incidente callejero.

El magnate republicano recorrió zonas damnificadas de la ciudad, las cuales describen el clima de las varias noches de manifestaciones airadas que la semana pasada dejaron dos muertos.

"Los ayudaremos", prometió el presidente republicano a comerciantes frente a una tienda quemada.

"Estos hombres hicieron un trabajo maravilloso", agregó, señalando a agentes de policía apostados frente a edificios en ruinas.

Visita inoportuna

El alcalde de Kenosha, John Antaramian, también demócrata, había dicho el fin de semana que no era buen momento para una visita presidencial a esta ciudad, a donde Trump llegó para reunirse con autoridades policiales y apreciar personalmente los daños.

Pero Trump sonrió y saludó a los simpatizantes que lo aplaudieron mientras su convoy pasaba, altamente custodiado, por las calles de Kenosha. Mientras manifestantes del movimiento contra el racismo y la brutalidad policial "Black Lives Matter" ("Las vidas de los negros importan") lo abucheaban.

Ambos bandos intercambiaron insultos y gritaron consignas.

"Gracias por salvar nuestra ciudad", decía el letrero de un simpatizante republicano al paso de Trump. "No es mi presidente", replicaba otro de un militante crítico.

La policía y la Guardia Nacional erigieron barricadas de metal a lo largo de la ruta por la que transitó la caravana de Trump.

"Esta es un gran área, un gran estado", subrayó Trump más tarde, acotando que su gobierno pensaba asignar al menos 47 millones de dólares a las fuerzas del orden de Winsconsin, pequeños negocios y programas de seguridad pública.

"Vamos a poner a Kenosha en forma nuevamente", aseguró. 

Durante meses, Trump ha buscado cambiar la pisada en la carrera por la Casa Blanca contra el demócrata Joe Biden, tras verse rezagado en las encuestas en buena medida por su gestión de la pandemia de coronavirus.

Por tanto, de cara a los comicios del 3 de noviembre se siente mucho más cómodo en el terreno de la "ley y orden" frente al desborde de las numerosas protestas antirracistas. 

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