Netanyahu ordena ocupar Gaza por completo y Trump apoya la división del enclave

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu anunció lo que llamó la “decisión final” de llevar a cabo la ocupación militar completa de la Franja de Gaza. Según autoridades cercanas, el objetivo declarado es derrotar a Hamás, liberar a los rehenes y eliminar la amenaza que representa la Franja frente a Israel.

Netanyahu formalizó esta propuesta convocando una reunión del gabinete de seguridad, a pesar del escepticismo dentro de las fuerzas armadas. El jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, cuestiona el plan, especialmente ante el riesgo de represalias contra los rehenes y el desgaste prolongado de las tropas que resultaría de una operación total.

En respuesta a las dudas del ejército, el gobierno recalcó que las fuerzas militares deben acatar las directrices ejecutivas. Incluso se insinuó que el general Zamir debería renunciar si se opone a la estrategia. La tensión ha generado un clima de crisis dentro del propio gabinete de seguridad israelí.

Trump respalda el reasentamiento de Gaza

En paralelo, la administración de Donald Trump ha expresado su respaldo a una reconfiguración radical de Gaza. En febrero de 2025, Trump propuso que Estados Unidos tomara control administrativo del territorio, reubicara a millones de palestinos en países vecinos y transformara la Franja en una “Riviera del Medio Oriente”, una visión que Netanyahu apoyó públicamente como parte de una estrategia regional más amplia.

A pesar de la presión internacional, esta propuesta sigue vigente y representa un eje clave en su política exterior. La tensión interna no se limita al ámbito militar, exmiembros de las agencias de seguridad, partidos de oposición y familias de rehenes alertan que una ocupación total puede poner en peligro la vida de los secuestrados y aislar aún más a Israel en el plano diplomático.

Humanitariamente, Gaza enfrenta una catástrofe: más del 75 % de su territorio está bajo control militar israelí, con relatos sobre al menos 40 muertos en un solo día, muertes por desnutrición, escasez crítica de ayuda y desplazamientos masivos de población. Organismos internacionales denuncian bloqueos de ayuda y condiciones que ya han derivado en hambre extrema.

Mientras tanto, negociaciones de alto el fuego lideradas por Estados Unidos y mediadores regionales han colapsado, tornándose cada vez más irrevocables y polarizadas. Trump, por su parte, defiende una solución de “todo o nada” que incluye la división administrativa de Gaza y su desarrollo posterior, en línea con la visión compartida con Netanyahu del plan de los Acuerdos de Abraham que implicaría nuevas alianzas regionales, incluso con Arabia Saudí y Siria.

En definitiva, Netanyahu impulsa una escalada militar respaldada por Trump, mientras que el colapso humanitario y político interno pone en jaque tanto la seguridad de rehenes como la posición internacional de Israel.