El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Mundo

Artículo

Ministro de Planificación de Brasil se apartó del cargo tras escándalo de Petrobras

Revelan audio en la que ministro de Planificación recién nombrado habla de sacar a Dilma para frenar investigaciones.

23 de mayo de 2016 Por: Elpais.com.co | AFP.

Revelan audio en la que ministro de Planificación recién nombrado habla de sacar a Dilma para frenar investigaciones.

Un nuevo escándalo sacudió a Brasil este lunes. El ministro brasileño de Planificación, Romero Jucá, anunció que se apartará de su cargo en medio de la crisis que generó la divulgación de una conversación en la que sugiere que la destitución de Dilma Rousseff permitiría detener las investigaciones sobre el multimillonario fraude en Petrobras.

“A partir de mañana estoy de licencia (...) No quiero que ninguna manipulación malintencionada pueda comprometer al gobierno”, agregó Jucá, un hombre clave en la administración interina de Michel Temer que asumió hace once días el cargo tras la suspensión de Rousseff.

Y es que en los audios revelados se escucha a Jucá  considerando que la destitución de  Rousseff sería la mejor manera de detener las investigaciones judiciales.

“Hay que cambiar el gobierno para cortar esta sangría”, le comentó el ministro al expresidente de la compañía procesadora de petróleo y gas Transpetro, Sergio Machado, en fragmentos de una conversación telefónica revelada por el diario Folha de Sao Paulo.

Ambos son investigados en la llamada Operación Lava Jato (Lavadero de autos) que indaga la trama de corrupción en Petrobras, un escándalo que alcanza a buena parte de la clase política brasileña. 

En la charla, grabada antes de que la Cámara de Diputados aprobara el Juicio Político contra Rousseff, el exsenador del partido centrista PMDB sugiere un “pacto” para detener las investigaciones que también incluyera al poder judicial. “Hay que resolver esa mierda. Hay que cambiar el gobierno para cortar esta sangría”, reiteró Jucá.

Sin embargo, el político en rueda de prensa se defendió y afirmó que no veía motivos para renunciar. Explicó que su frase  se refería a la crisis económica y política que afecta a Brasil. “Es cortar la sangría de la economía, de lo que está ocurriendo con el país, esa es la ventaja del cambio de gobierno. La Lava Jato era la médula del gobierno (de Rousseff) y eso tiene una sangría económica, social, política”. Agregó que “la Lava Jato es importante, hay que investigar, pero hay que delimitarla”. 

 El abogado de Jucá, Antonio Carlos de Almeida Castro, reconoció las conversaciones pero afirmó que hay nada “ilegal” en ellas, ya que sólo se habla “de manera general” sobre el asunto.  

“El hecho de que un ciudadano se preocupe con el avance de las investigaciones, en una conversación privada, haciendo cuestionamientos y críticas, no configura nada de ilegal o inmoral”, precisó el abogado.

La publicación del diálogo, sin embargo, representa un nuevo escándalo para Temer, quien asumió el poder hace dos semanas después de que el Senado decidiera suspender a Rousseff durante seis meses para realizarle un juicio político por maquillaje de las cuentas públicas.

Vicepresidente de la mandataria durante cinco años, Temer (también del partido PMDB) acabó siendo un enemigo central y uno de los principales articuladores de la salida de Rousseff. 

Durante los últimos meses, una catarata de acusaciones de corrupción contra las élites políticas y empresariales brasileñas sacude al país en el marco de la Operación Lava Jato.

La Fiscalía pidió investigar a Rousseff por obstrucción a la Justicia, pero sobre ella no recae ninguna acusación de corrupción o de enriquecimiento personal con el fraude.

De su lado, Temer indicó que “él (su ministro) necesita dar explicaciones convincentes sobre el caso”.

“La Lava Jato tiene mi total apoyo y lo seguirá teniendo”, añadió el presidente interino, quien prometió en varias ocasiones que su gran objetivo  es sacar a Brasil de la parálisis económica y política que había frenado al gigante sudamericano durante los últimos meses del gobierno de Rousseff.

GiraEl nuevo canciller brasileño, José Serra, fue recibido ayer por el presidente de Argentina Mauricio Macri y su par, Susana Malcorra,  en lo que constituyó el primer encuentro oficial que simboliza la sintonía que buscan dos gobiernos afines en América Latina. Malcorra recalcó que con Serra hicieron “un inventario para saber dónde estamos parados”.Aunque Serra no apareció ante la prensa, su colega argentina defendió la postura del gobierno de Macri de respetar el proceso que provocó la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff:  “Brasil es el socio de Argentina y lo que pasa allá afecta a lo que pasa acá. No tenemos más alternativa que trabajar con ellos”.

AHORA EN Mundo