"La gente está enardecida como nunca antes": se agudiza la crisis en Ecuador

Las últimas 48 horas en Ecuador pasaran a la historia como uno de los períodos cortos de tiempo más violentos de ese país. Al menos así describe la situación Juan Pablo Ruiz, periodista y analista político ecuatoriano. 

Ruiz ha seguido las manifestaciones desde la semana pasada cuando el presidente Lenín Moreno anunció la eliminación de los subsidios a los combustibles, situación que multiplicó el precio de la gasolina y, por ende, pasajes de transporte público y productos de la canasta familiar. 

Ante el anuncio, el gremio de transportados se declararon en paro, pero el cese de actividades fue suspendido dos días después tras un arreglo con el Gobierno; sin embargo, no toda la población quedó contenta con la explicación de Moreno, que citó normativas del Fondo Monetario Internacional como excusa para acabar con los subsidios a combustibles que mantuvo ese Estado por más de 40 años. 

Por ejemplo, más de 20.000 indígenas anunciaron su marcha hacia Quito para hablar frente a frente con Moreno, y en la capital de Ecuador centenares de personas se volcaron a las calles para protestar. La represión policial fue extrema. No obstante, los saqueos estuvieron a la orden del día. 

"El centro de la ciudad esta caotizado (...) La gente está enardecida como nunca antes lo había visto.  He cubierto cuatro caídas de presidentes, pero jamás algo a este nivel", dice Ruiz y agrega que la represión policial también ha sido de niveles insospechados. 

Videos y fotografías que pudo obtener El País dan cuenta de lo expresado por Juan Pablo Ruiz. En ese material gráfico, sumado al que deambula por redes sociales, se puede divisar cómo manifestantes se enfrentan violentamente con la Fuerza Pública. Los excesos son de ambos lados. 

En su marcha hacia Quito, los grupos indígenas se tomaron el edificio de la Gobernación de la provincia de Bolívar y en Imbabura retuvieron a 56 soldados, de los cuales 36 fueron rescatados vía aérea este lunes en la tarde. 

"Los indígenas ya llegaron a Quito, y están camino al Palacio de Carondelet, lugar desde donde despacha Lenín Moreno, pero hay al menos tres cercos policiales. Yo temo lo peor porque las confrontaciones están desbordadas", comenta Ruiz. 

La noche anterior, Lenín los había invitado al diálogo para lograr un acuerdo: 

"Siempre estoy decidido a dialogar, a tender la mano a la gente decente, a la gente honesta que quiere realmente cambiar el país, estoy decidido a dialogar con ustedes hermanos indígenas", expresó Moreno. 

Pero la respuesta del presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jaime Vargas, fue: "Mientras mi pueblo no llegue a la ciudad de Quito están cerrados todos los canales de diálogo".

Ante la inminente llegada de los indígenas a Quito, el Palacio Carondelet fue evacuado:

Mientras los indígenas hacían su arribo a Quito este fin de semana, Lenín Moreno se trasladó a Guayaquil, ciudad controlada políticamente por Jaime Nebot, exalcalde por 18 años de esa localidad, y principal aliado del Presidente. 

Incluso, alrededor del 80 % del gabinete ministerial pertenece al partido Social Cristiano, del cual Benot es líder. 

"Si Benot le retira el apoyo, Moreno se cae, porque hasta el Vicepresidente del país, Otto Sonnenholzner, es del partido Social Cristiano", especifica Ruiz. 

Para Juan Pablo Ruiz estas manifestaciones no son exclusivas de los seguidores del expresidente Rafael Correa. "No es una protesta correísta, hay varios sectores indígenas, clase media y baja, así como personas indignadas por el aumento del precio de muchos productos". 

Y agrega: 

"Es una medida (quita del subsidio) que ataca la clase media. Al momento de retirar los subsidios se sube al doble y eso hace que todo se suba al doble también". 

Toda esta situación, complementa Ruiz, ha llevado a que algunas personas saqueen establecimientos comerciales. "Aquí en Quito hemos tenido protestas fuertes, pero nunca saqueos. En el centro del país las empresas también están siendo saqueadas". 

Los manifestantes indígenas, como una medida de presión, han bloqueado las carreteras que de entrada y salida de Quito. Por algunos tramos hay tránsito lento y por otros la circulación es nula. 

"Hace dos horas fui al centro comercial y hay desabastecimiento de algunos productos. Quito, al ser capital no produce alimentos, sino en las regiones y nosotros nos abastecemos de ellas. Acá ya no hay leche, papa, pollo, carne y otros productos", asevera Ruiz.

A pesar de que el Gobierno trata de reflejar una aparente calma y un progresivo control de la situación en sus diferentes comunicaciones, el hecho de que la Fuerza Aérea esté desarrollando puentes aéreos para trasladar productos a los mercados, como es el caso de la sureña ciudad de Cuenca, pone de manifiesto que cinco días de protestas han provocado desabastecimiento de productos.

Entretanto la provincia andina de Cotopaxi, una industria florícola y otra lechera fueron objeto este lunes de actos de vandalismo y saqueo.

También carreteras que conducen a Quito y al aeropuerto internacional Mariscal Sucre fueron bloqueadas con la quema de neumáticos y volquetas, en el sector de Carapungo, o piquetes en Calderón y San Miguel del Común.

Lenín Moreno confirmó que que 467 personas fueron detenidas en el marco de las manifestaciones y disturbios, entre los que se incluyen algunos que intimidaron a otros ciudadanos por mirar pasivamente las marchas y no sumarse a las movilizaciones.

"Una cosa es manifestar sus criterios en contra del Gobierno, tienen el derecho y posiblemente el deber, si que están en la oposición, otra cosa es lo que está sucediendo", censuró el secretario.

La ONU ha pedido a las autoridades de Ecuador que garanticen el derecho de los ciudadanos a manifestarte pacíficamente y subrayó que cualquier uso de la fuerza debe ser "proporcionado".