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Estados Unidos ordenó la compra de aviones Boeing para continuar deportaciones de migrantes
Las aeronaves buscan fortalecer la política antiinmigrante norteamericana.
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10 de dic de 2025, 10:59 p. m.
Actualizado el 10 de dic de 2025, 10:59 p. m.
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El gobierno de Estados Unidos comenzó a adquirir una flota de aviones Boeing para llevar a cabo la campaña de deportaciones ordenada por el presidente Donald Trump, informó el miércoles un alto cargo del Departamento de Seguridad Nacional.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, el presidente norteamericano ha convertido la lucha contra la inmigración ilegal una de sus prioridades de su segundo mandato.

“Estos aviones permitirán al ICE (el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) operar con mayor eficacia, entre otras cosas gracias a la utilización de rutas de vuelo más eficientes”, afirmó Tricia McLaughlin, subsecretaria de Seguridad Nacional, en una publicación en X.
“Esta iniciativa ahorrará a los contribuyentes estadounidenses 279 millones de dólares”, añadió sobre esta compra, adelantada por el diario The Washington Post.
Contactada por la AFP, Boeing declinó hacer comentarios.
El Post informó de que el acuerdo contemplaba la adquisición de seis modelos Boeing 737 por 140 millones de dólares con una empresa llamada Daedalus Aviation, creada a principios de 2024, y no de una compra directa con el constructor aeronáutico estadounidense.
Según el grupo Human Rights First, desde que Trump volvió al cargo se han realizado más de 1.700 vuelos de deportaciones.
Las redadas contra los migrantes las llevan a cabo agentes del orden enmascarados, método que ha provocado fuertes críticas y acciones judiciales.

La administración Trump afirma que más de dos millones de inmigrantes indocumentados abandonaron el país desde enero, de los cuales 1,6 millones voluntariamente y el resto deportados. Este fenómeno, que ha sido registrado por ONG’s, ha sido llamdo ‘contraflujo migratorio’, y su lugar más representativo es el Tapón del Darién, la frontera selvática entre Colombia y Panamá en la que, hasta el 2023, se registraban diariamente largas filas de migrantes con dirección a los Estados Unidos.
Ahora, como consecuencia del recrudecimiento de las medidas en dicho país, este paso ha disminuido sus números drásticamente.
Entre los países que han aceptado ser receptores de un alto número de migrantes cuyos países no han querido recibirlos de vuelta -o cuyas condiciones de seguridad ponen en peligro sus vidas de aceptar el viaje de vuelta- se encuentran varios de Centroamérica: Panamá, Costa Rica, El Salvador y Honduras son algunos de ellos.
Algunos de los mandatarios de dichos países han dicho sí en búsqueda de alinearse con la agenda política del país norteamericano y otros han obtenido, a cambio de cada migrante, un valor en dinero, como el caso de El Salvador.
Con información de AFP*

Comunicador Social y Periodista con sensibilidad por las artes, las humanidades y la cultura. Con larga experiencia en la cobertura de la realidad social, tanto regional como nacional. Interesado en cubrir fenómenos de medioambiente, posconflicto y DD.HH.
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