Autoridades separan manifestantes en Alemania con gases lacrimógenos

Unos 1.000 activistas neonazis se encontraban en tres concentraciones autorizadas por una corte o rumbo al lugar donde se realizarían, dijo la policía.

La policía lanzó el sábado gases lacrimógenos y chorros de agua para mantener separados a militantes de extrema derecha que realizaban una concentración y contramanifestantes que trataban de impedirlo. Cientos de manifestantes izquierdistas en Dresde, en el este del país, intentaron superar las barreras policiales, y lanzaron piedras y bengalas contra los agentes, los cuales respondieron con bastones, gas lacrimógeno y aerosol pimienta. Unos 1.000 activistas neonazis se encontraban en tres concentraciones autorizadas por una corte o rumbo al lugar donde se realizarían, dijo la policía. Un número más amplio de contramanifestantes, con el apoyo de sindicatos, partidos democráticos y grupos de la sociedad civil, estaban en la ciudad en un intento por impedir la movilización de los militantes de extrema derecha, agregó. Tres manifestantes fueron arrestados. Las autoridades de Dresde habían previsto a principios de semana la movilización de al menos 3.000 manifestantes de extrema derecha de Alemania y otros países, y de unos 20.000 contramanifestantes. La protesta anual constituye una de las reuniones más grandes de simpatizantes de extrema derecha en Europa, y se realiza casi siempre en febrero para recordar el aniversario de un bombardeo aliado que dejó numerosas víctimas fatales casi al término de la Segunda Guerra Mundial. Los ataques de los bombarderos británicos y estadounidenses efectuados el 13 y 14 de febrero de 1945 desataron tormentas de fuego y destruyeron el centro de la ciudad varias veces centenaria. En 2008, un panel de funcionarios estatales concluyó que los bombardeos dejaron al menos 25.000 muertos, una cifra menor a la calculada anteriormente. Las autoridades de la ciudad, políticos estatales, sindicatos y grupos de la sociedad civil efectúan cada año movilizaciones en grandes números que superan a los de los simpatizantes de extrema derecha y que intentan sacar raja política del pasado doloroso de Dresde.