Judicial
¿Quién es Zulma Guzmán, empresaria señalada por la muerte de dos menores envenenadas con talio en unas frambuesas?
Unas frambuesas contaminadas con talio, presuntamente enviadas por la empresaria, fueron las causantes de la muerte de las menores de 13 y 14 años, en abril pasado.
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6 de dic de 2025, 05:43 p. m.
Actualizado el 6 de dic de 2025, 05:43 p. m.
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A comienzos de este año, Zulma Guzmán Castro, la mujer que es buscada con circular roja de Interpol como presunta responsable del asesinato de dos niñas de 13 y 14 años, con frambuesas envenenadas con talio, se presentaba en círculos especializados como un ejemplo de emprendedora en áreas relacionadas con la tecnología, la vivienda y los vehículos eléctricos.
“Soy Zulma Guzmán, colombiana en Argentina, emprendedora, economista, MBA, exambientalista, hice una maestría en ambiental, trabajé muchos años en eso hasta que me rompió el corazón”, fue su respuesta cuando le preguntaron quién era ella en una entrevista para el podcast ‘Verdades incómodas’, que se emite en Argentina.

En ese mismo espacio contó que llevaba más de 2 años y medio en ese país y narró su experiencia como fundadora de Car B, una plataforma que le permitía a los usuarios alquilar vehículos eléctricos y que le dio cierta notoriedad en Colombia, pues fue invitada a presentarla al programa Shark Tank Colombia, en donde tuvo relativo éxito, pues dos “tiburones” decidieron respaldar su proyecto.
Desde esta semana, sin embargo, la realidad de Zulma Guzmán es completamente diferente pues, ya no viaja por el mundo buscando apoyo para sus proyectos de emprendimiento sino en calidad de prófuga de una orden de captura internacional como sospechosa de asesinato.
Todo comenzó el pasado sábado 5 de abril, cuando el país se estremeció con la tragedia ocurrida en una reunión infantil: tres niñas y un adulto que las acompañaba tuvieron que ser llevados de urgencia a la Fundación Santa Fe, con un cuadro de intoxicación severo que a las pocas horas ocasionó la muerte de una de las niñas. Cuatro días después, pese a los esfuerzos médicos, falleció otra de las menores.
En un inicio se creyó que se trataba de una intoxicación por alimentos, pero las autoridades descubrieron rápidamente que era algo más aterrador: Medicina Legal determinó que las menores habían consumido talio, un metal inodoro que, aunque se usa en la industria electrónica, puede ser altamente peligroso si se manipula de forma indebida.
El hallazgo cambió por completo el rumbo del caso, pues reveló que la presencia del tóxico no podía ser producto del azar, sino que había sido introducido de manera intencional. Eso confirmó que se trataba de un homicidio y no de un lamentable accidente. A partir de ese momento, los fiscales comenzaron a revisar a fondo el entorno de las víctimas, entrevistaron a familiares y analizaron cada elemento que había llegado a la casa en los días previos. Ese rastreo minucioso fue el que, finalmente, condujo a los investigadores hasta Guzmán.

Las pruebas en su contra darían cuenta, según reveló el diario El Tiempo, de que adquirió un primer paquete de frambuesas por 30 mil pesos el 25 de marzo a la 1:15 de la tarde. Al día siguiente, a las 7:00 de la noche, compró otro paquete que fue entregado en una dirección en la calle 77 con carrera séptima. Días después, de acuerdo con los registros que revisan los investigadores, volvió a ser vista adquiriendo más frutas.
Alguno de esos paquetes, o varios de ellos (hecho que está en investigación), habrían sido enviados por Guzmán al apartamento de una de las menores. Concretamente, al de Juan De Bedout, padre de una de las niñas con quien habría tenido una relación.
Esa relación es uno de los elementos de la investigación, así como el hecho de que Guzmán salió del país pocos días después de que se conoció la tragedia. Aunque ella ya tenía vínculos con Argentina de tiempo atrás, esta vez su salida fue más prolongada. Guzmán se habría movido en esta ocasión además por Brasil, España y el Reino Unido.
Guzmán, economista de la Universidad de los Andes, tiene además un MBA en la Universidad de Columbia y fue estudiante invitada al PhD en Economía Ambiental de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia. Trabajó por varios años en la Secretaría Distrital de Ambiente y en el Ministerio de Ambiente.
En el podcast de ‘Verdades incómodas’ habló muy abiertamente sobre los errores que llevaron a que la plataforma Car B fracasara después de cuatro años. Admitió que terminó en unos “problemas gigantes”, que la tecnología de su aplicación era “una porquería” y que solía equivocarse en escoger a la gente con la que trabajaba.
Ahora, la captura de Guzmán es esperaba para que responda por algo mucho más grave y así despejar las incógnitas que probablemente todos los colombianos se hacen: si es la responsable del crimen y, de ser así, cuál fue el motivo por el que lo cometió.
Este viernes se conoció un mensaje atribuido a ella, pero que las autoridades aún investigan para confirmar su autenticidad, que sería su primer reacción frente al proceso. “Me están acusando de haber sido quien envió un veneno que mató a unas niñas hace unos meses. (..) Me acusan, me imagino, pues tuve una relación clandestina con el papá de una de las niñas. La Fiscalía nunca me notificó de ninguna investigación y envié ayer a un abogado a preguntar”.
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