Predio que fue del Cartel de Cali fue entregado a familia víctima del conflicto armado

El lote restituido, de nombre ‘El Fierro’, fue de un hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela. Está ubicado en Candelaria.

Una familia recibió este viernes, a manera de compensación por no poder regresar a las tierras que debió abandonar hace más de 14 años, un predio con el nombre ‘El Fierro’, que perteneció al Cartel de Cali. El terreno, que tiene 3.200 metros cuadrados de extensión, se encuentra ubicado en la vereda Villa Gorgona del municipio de Candelaria, en el Valle del Cauca y fue de Humberto Rodríguez, hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela, uno de los jefes de la extinta organización narcotraficante.Esta parcela, que estaba siendo administrada por el Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen Organizado (Frisco), fue entregada por el Consejo Nacional de Estupefacientes al Fondo de la URT, para ser utilizada en el proceso de Restitución. Los beneficiados fueron los integrantes de la familia de Olivero Pardo, quien en 1984 compró una finca ubicada en el corregimiento de Felidia, zona rural de Cali, pensando en construir un futuro para él y su familia. El hombre se dedicó a la siembra de árboles frutales, legumbres, plátano, hierbas aromáticas y café. Durante 14 años explotó su predio de manera legal, lo que le permitió subsistir.En 1998, a causa de las constantes presiones de la guerrilla, Olivero y su familia abandonaron la zona. Mediante panfletos fueron intimidados y, además, señalados de colaborar con el Ejército.Desde ese tiempo, recordaron los funcionarios del programa de Restitución de Tierras en el Valle, la violencia en zona rural de Cali estuvo marcada por la influencia de las Farc y el ELN e incluso por las AUC. "Nuevos patrones de convivencia, control del ingreso de alimentos, sanciones a la población por incumplir órdenes y reclutamiento de personas fueron la constante en la zona", dijeron.Olivero, al recibir el predio, agradeció al Gobierno por devolverle una tierra donde, después de tantos años, podrá trabajar y vivir con su familia con toda tranquilidad. "Espero que se haga lo mismo con las miles de familias desplazadas por la violencia", agregó Olivero.