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La muerte del excongresista Octavio Zapata, un robo que se salió de control

Gracias a las fallidas compras con las tarjetas de débito del excongresista del Valle Octavio Zapata, la Policía pudo capturar a seis sospechosos de su desaparición.

5 de julio de 2013 Por: Redacción de El País

Gracias a las fallidas compras con las tarjetas de débito del excongresista del Valle Octavio Zapata, la Policía pudo capturar a seis sospechosos de su desaparición.

Se suponía que iba a ser un robo bastante simple, pero todo salió mal. Al final, a Octavio Zapata lo lanzaron desde un puente a las agudas del río Cauca, tal vez, aún vivo. La búsqueda del cuerpo del hombre de 74 años sigue, mientras los detalles de cómo se fraguó este crimen no dejan de sorprender a la sociedad caleña.Ayer, durante la audiencia de imputación de cargos que se realizó en Cali a siete sospechosos de haber sido los responsables del robo y supuesto asesinato del excongresista, se revelaron hechos, hasta ahora desconocidos, de este delito. Para empezar se determinó que el 24 de junio pasado Zapata salió en la tarde de su oficina, ubicada en el centro de Cali, a atender “un compromiso”. Eso fue lo que le dijo a su secretaria y a dos de sus clientes con quienes se había reunido. Ese día se fue con su conductor, pero en la Avenida 6 con Calle 37, en el norte de la ciudad, Zapata le dijo a su conductor que lo acompañara solo hasta ese punto y que le dejara el carro -Renault Mégane-, que él lo iba a conducir. Allí, según dijo la Fiscalía durante la audiencia de ayer, el excongresista se encontró con una mujer y se dirigieron a eso de las 4:30 p.m. hasta un motel, en donde la administración reportó el ingreso del vehículo, así como el consumo de alimentos y licor.Luego, hacia las 7:00 p.m., Zapata y la mujer salieron del establecimiento y se desplazaron a otro lugar (en el norte de Cali), esta vez a un restaurante bar, donde consumieron más licor.Un investigador del Gaula que atendió el caso explicó que una persona que se encontraba en el segundo lugar aseguró que para ese momento el excongresista estaba en un avanzado estado de embriaguez y lucía mareado. El investigador dijo que se tienen indicios de que a Zapata ya le habían suministrado escopolamina. Ese mismo testigo le dijo a los investigadores del caso que tras estar un tiempo en el bar, Zapata fue sacado del lugar en un taxi y que horas después otra mujer llegó diciendo que era una sobrina del excongresista y que venía por el carro. Tuvo problemas para encenderlo, así que se fue y regresó más tarde a sacar el vehículo, esta vez, sin problemas.La trágica historia del asalto que salió mal continúa en el corregimiento La Dolores, en el Valle del Cauca, específicamente en una finca, que al parecer pertenece a los supuestos asaltantes. Hasta allí fue llevado el hombre de 74 años que llegó en la parte de atrás del taxi en el que lo montaron, donde también iba una de las mujeres y otro hombre.Según la Fiscalía, mientras los presuntos responsables trasladaban al excongresista a la finca en La Dolores, llevaban guantes y le estaban dando mucho líquido. Al taxi que los transportaba lo venía escoltando unas motos y más atrás iba el carro de Zapata, conducido por uno de los supuestos asaltantes. Seguidamente, le dijo otro testigo al ente de investigación, que en la finca al excongresista lo despojaron de todas sus pertenencias. Ese testigo, que es un trabajador del lugar, también le relató a Fiscalía que en días pasados había conocido a Zapata por intermedio de una de las mujeres. El encargado de la finca estaba buscando un nuevo empleo y Zapata le iba a ayudar. El hombre aseveró ante las autoridades que una de las mujeres le confesó que planeaba robar al excongresista días después.Luego de despojarlo de sus documentos, tarjetas y de un reloj, las personas implicadas en este caso trasladaron a Zapata, cambiándolo varias veces de vehículo, hasta un puente, en los alrededores del municipio de Palmira, donde lo lanzaron a las aguas del río Cauca, supuestamente, aún con vida.Tras el rastro de los sospechosos Unos días después de su desaparición, la Policía Judicial se entera que el carro de Zapata ya había sido negociado en Corinto (Cauca) por una suma inferior a los diez millones de pesos y que el vehículo, que fue transportado por un hombre tras haber lanzado a Zapata al río, no pudo ser vendido. El paradero del carro es incierto.Asimismo, el 27 de junio pasado y según informó la Policía en Bogotá, se utilizaron dos tarjetas de crédito que están a nombre de Zapata. De acuerdo con las autoridades, un hombre desde un centro comercial de la capital realizó una transacción de nueve millones de pesos, pero ésta no tuvo éxito. Entonces, el hombre intentó una segunda compra con otra tarjeta, esta vez de once millones de pesos que fueron invertidos en un negocio de venta de computadores, dijo el propio director del Gaula, general Humberto Guatibonza.De la misma manera, la Policía investiga por qué una de las mujeres el día de los hechos dejó cuidando a su hijo con otras personas y luego los llamó a decirles que no podía ir. Esa misma mujer a los días del caso de Zapata se realizó una cirugía estética en su cuerpo. De esta manera, las autoridades han podido ir armando el rompecabezas del del caso del excongresista del Valle del Cauca Octavio Zapata, por el cual hubo, en principio, siete personas detenidas en el departamento del Valle (hoy solo hay seis indiciados) y de la cual hacen parte cuatro miembros de una misma familia.

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