"El momento de pactar la paz en Colombia es ahora o nunca": ONU

El coordinador Humanitario del Sistema de Naciones Unidas, Fabrizio Hochschild, habla de la campaña 'Respira Paz', que se realizará en el país.

El optimismo y la confianza por lo que pueda estar pasando en Cuba, entre el Gobierno Nacional y las Farc llegó a Naciones Unidas. Esa es la razón por la cual la oficina del Coordinador Residente y Humanitario del Sistema de Naciones Unidas en Colombia y su representante, Fabrizio Hochschild, lanzarán hoy la campaña ‘Respira Paz’, que irá hasta octubre. Esta es la primera inversión que hace Naciones Unidas en Colombia y alcanza los US$2 millones, a los que se suman 500.000 dólares aportados por el Gobierno de Noruega.¿Qué se busca con esta campaña? En Colombia a veces se trata la paz como si fuera algo exclusivamente político, de polarización o exclusivo de la mesa de negociación en La Habana. Pero la paz va más allá: es un valor ético, humano y algo que nos ayuda para que prosperemos como individuos y como sociedad. Eso es muy obvio y por eso se nos escapa en muchas oportunidades. Queremos darle a la paz ese valor social.¿Por qué ‘Respirar paz’?La respiración nos ayuda, nos une. Queremos invitar a los colombianos a tomar conciencia desde su respiración y usar eso para superar los conflictos. En muchos países tras décadas de conflicto, la violencia como método para superar conflictos se vuelve un fenómeno epidemiológico y para llegar a la paz no sólo se necesita un acuerdo en La Habana. Para que ese acuerdo funcione debe haber un cambio de mentalidad, de manera de pensar y de actuar. ¿Por qué surge la iniciativa? Para apoyar los avances, porque pensamos que la construcción de paz es un trabajo muy complejo y difícil, más cuando el conflicto y la violencia a través de décadas tiene raíces muy profundas. Debe haber esfuerzos desde muchos puntos de vista y lo que queremos es complementar otras iniciativas. ¿Esto es para todos los sectores? La violencia se manifiesta en muchas partes, se da por problemas de tráfico, en el twitter, en los hogares. Hay que entender que el conflicto se da en la vida cotidiana.Dicen que esta es solo una primera inversión, es decir, que habrá más...La construcción de paz en Colombia va a necesitar mucha inversión. Este es un país de ingreso medio, por lo que el gran costo de la construcción de paz va a venir de los propios colombianos. A pesar de esto muchos cooperantes internacionales y Naciones Unidas quieren invertir. En la medida en que crece el optimismo de que se va a llegar a un acuerdo, habrá mayor inversión de cooperantes internacionales. ¿Esto es una muestra de respaldo a lo que sucede en La Habana? Es una muestra de confianza en el proceso. Pensamos que el momento de pactar la paz ha llegado, es ahora o nunca. ¿Este es un mensaje también para los actores armados, que están en Cuba? El mensaje de la campaña es sencillo: esperamos que se llegue a un acuerdo que le ponga fin al sufrimiento que genera el conflicto, pero también se necesita que todas las personas cambien la cultura, que no esperemos hasta la firma de un acuerdo para empezar a fortalecer, promover y hacer mucho más para crear una cultura de paz y de reflexión. ¿Qué incluirá la campaña?Va a haber comerciales en televisión y radio, luego se hará en otros medios como un cine itinerante (vehículo). En éste se va a presentar una película relacionada con la paz que se llama ‘Mateo’. Vamos a tener al grupo musical Bomba Estéreo que hizo una canción especial para esto. Habrá además, radionovelas y comics, contaremos con personalidades colombianas como Leonel Álvarez, Alejandra Borrero, Mónica Fonseca, Belky Arizala, Johanna Uribe y Carolina Guerra. ¿Van a llegar a los sectores rurales? Contamos con presencia en 46 lugares del país donde más se vive el conflicto; en Norte de Santander, Antioquia, Córdoba, Nariño, Meta, Vichada. Según se experiencia, ¿en cuándo se pueden ver los frutos de la campaña? Los cambios radicales necesitan de mucho tiempo, quizás de una generación. Pero eso no impide crear cambios paralelos, de largo plazo como la aceptación del otro aún sin estar de acuerdo, recurrir más al diálogo y no a la violencia para resolver conflictos, menos estigmatización, cambios de la retórica. Debe desarmarse no solo a la guerrilla, sino la retórica, la palabra, sobre todo los líderes de la sociedad. Los frutos serán para las futuras generaciones.