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“Desde hace siete días las calles de Oslo están más silenciosas”

Una caleña, que vive hace 24 años en Noruega, habla del temor que despertó el doble ataque. Maria Clemencia dice que los residentes están confundidos y avergonzados al saber que el que cometió la masacre fue un hombre nacido en un país que ama a los extranjeros.

28 de julio de 2011 Por: Daniel Suárez Pérez I Redacción El País

Una caleña, que vive hace 24 años en Noruega, habla del temor que despertó el doble ataque. Maria Clemencia dice que los residentes están confundidos y avergonzados al saber que el que cometió la masacre fue un hombre nacido en un país que ama a los extranjeros.

La caleña María Clemencia Johnsen quedó en “shock” cuando el pasado viernes a las 3:30 p.m. vio por televisión el edificio del Gobierno noruego destruido, a las autoridades evacuando a los heridos y a los policías que custodiaban el lugar con armas de fuego.“Algo así no pasaba desde la Segunda Guerra Mundial cuando los alemanes atacaron el país con aviones”, le comentaba su esposo, un noruego con el que convive desde hace dos años, mientras veía en directo las imágenes del atentado en Oslo, la capital de Noruega.María Clemencia nació hace 56 años en Cali y desde 1987 reside en el país nórdico con su esposo y sus hijos, de 35 y 29 años.Johnsen señala que Noruega no es el mismo país desde que Anders Behring Breivik asesinó a 76 personas. “Antes sus habitantes vivían tranquilos, pero desde hace siete días las calles del centro de Oslo están más silenciosas”. Y añade que los residentes están confundidos y avergonzados al saber que el que cometió la masacre fue un hombre nacido “en un país que ama a los extranjeros”.Antes del 22Noruega cuenta con cinco millones de habitantes, casi la misma de la población que reúnen los departamentos del Valle y Cauca. Oslo, la ciudad más importante del país, tiene 535.000 pobladores. “La calma que se vive en Noruega es mucha. Por ejemplo, hace dos años, después de casarme, fui con mi esposo a Bogotá, nosotros creíamos que toda la gente estaba peleando. Yo ya no estaba acostumbrada a eso y la cantidad de gente y la bulla nos hacían creer eso”, explica María Clemencia.La caleña, que labora como enfermera en un hospital geriátrico, manifiesta que “aquí la gente se queja cuando los bares cierran después de las 2:00 a.m.. Quieren vivir tranquilos, aislados. En las discotecas se escucha pop, rock, la música disco, también la salsa y el merengue. Hay noruegos que son muy buenos bailarines”.Según Johnsen desde hace unos cinco años la presencia de extranjeros en Oslo aumentó. “Hay gente de todas partes: somalíes, pakistaníes, latinos, turcos, vietnamitas y filipinos”.En los escritos que escribió Anders, antes de cometer la masacre, justificaba sus crímenes con ideas nacionalistas y xenófobas. El tema de la llegada de extranjeros ha ocupado un lugar importante en el debate político entre los militantes de izquierda y derecha.“Si un extranjero que tiene una estadía legal no tiene cómo comer, estudiar o pagar un arriendo, el Gobierno le ayuda en todo. Pero hay gente que dice que Noruega debe ser para los noruegos y ahí es cuando aparece gente como ese hombre (Anders)”, indica María Clemencia.Atacando el odioDurante una ceremonia para recordar a las víctimas el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, manifestó que “no nos dejaremos intimidar por los ataques. Estos actos querían causar el pánico entre la población noruega, pero no dejaremos que eso ocurra. Noruega es una sociedad abierta”.“Lo que ellos han estado haciendo es a favor de la democracia -manifiesta María Clemencia-, han acogido a las personas que vienen de afuera. Ese no es el mismo sentimiento de venganza de los Estados Unidos después de los atentados de 2001”. La caleña advierte que se quedará en ese país el mismo tiempo que permanezcan allá sus hijos. “El Gobierno de Noruega quiere atacar todo ese odio con amor. Eso es lo que me gusta de acá. A un extranjero le dan la misma oportunidad que un noruego . Le dan la oportunidad de que sea alguien y no que ande en la calle, el que no quiere estudiar aquí es porque no quiere”.Críticas a la Policía noruega El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, anunció ayer que se investigará en profundidad la actuación policial, mientras crecen las críticas por su supuesta falta de coordinación o diligencia.Las fuerzas de seguridad noruegas han sido criticadas en los últimos días por su respuesta a los ataques y, especialmente, por la lentitud con la que acudieron a la isla de Ut ya, a 40 kilómetros de Oslo.Pese a los avisos telefónicos que recibió la Policía desde el comienzo del tiroteo, Anders Behring Breivik dispuso de una hora para perpetrar la matanza que había planeado durante varios años.Las autoridades noruegas informaron también que la mayoría de las víctimas identificadas del doble atentado tenía entre 14 y 19 años.La Policía ha dado a conocer hasta el momento 17 nombres del total de 76 personas fallecidas en los ataques.La víctima más joven es una muchacha de 14 años, muerta en el ataque al campamento juvenil de la isla de Ut ya, mientras que los mayores son una mujer de 43 años y un hombre de 51, quienes se encontraban también entre los asistentes a ese encuentro anual de las juventudes socialdemócratas.

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