Defensoría del Pueblo destacó decisión de la Corte en caso de Sergio Urrego

Sergio Urrego se suicidó el 4 de agosto del año 2014, víctima de matoneo, debido a su condición sexual. La Corte ordenó restituir el daño al buen nombre del joven.

La Defensoría del Pueblo, mediante el defensor Delegado para Asuntos Constitucionales y Legales, Luis Manuel Castro, destacó el fallo emitido por la Sala Quinta de Revisión de la Corte Constitucional, que mediante sentencia T-478, profirió órdenes expresas para restituir el daño al buen nombre de Sergio Urrego, así como a garantizar medidas de reparación en su favor. 

Como es bien conocido, Urrego se suicidó el 4 de agosto del año pasado, cuando cursaba grado 11 en el colegio Gimnasio Castillo Campestre, después de entrar en un grave estado de afectación emocional por la discriminación por parte de varias personas en la institución educativa debido a su orientación sexual. 

En primera medida, tras la decisión del Consejo de Estado en el sentido de declarar improcedente una acción de tutela presentada por la madre del joven, la Corte Constitucional entró a revisar el recurso judicial, cuando en julio pasado la Defensoría del Pueblo a través de su Delegado para Asuntos Constitucionales rindió concepto ante ese alto tribunal, señalando presuntos actos de discriminación y hostigamiento en contra de Sergio David Urrego. 

Para ese entonces, la Defensoría señaló que pese al daño irreparable que significaba la muerte del estudiante, era obligación del Juez Constitucional pronunciarse en aras de garantizar el derecho a la verdad, y advertir a los responsables de este caso el cumplimiento de sus obligaciones, para que situaciones como la ocurrida con Urrego y su familia no vuelvan a presentarse. 

En ese sentido, la entidad defensora de derechos humanos sugirió a la Corte adoptar directrices y fijar pautas con el objetivo de que las instituciones educativas se abstengan de incurrir en actos discriminatorios en razón de la orientación sexual de los alumnos, a quienes se les debe respetar el derecho al libre desarrollo de la personalidad. 

Finalmente, la Defensoría pidió amparar los derechos fundamentales al buen nombre y a la dignidad de Sergio Urrego y su familia, y ordenar al colegio Gimnasio Castillo Campestre el establecimiento de medidas de reparación, como el acto de disculpa realizado este miércoles.