David Manotas llega a preacuerdo con la Fiscalía para pagar 17 años de cárcel

Manotas es acusado de presuntamente asesinar a su vecino, quien le pidió que le bajara el volumen a la música, en hechos ocurridos en Bogotá en el 2013.

Un juez de conocimiento de Bogotá avaló el preacuerdo entre David Manotas Char y la Fiscalía, en el cual el acusado se compromete a aceptar el delito de homicidio, por presuntamente provocar la muerte de su vecino luego de una pelea en hechos ocurridos en 2013. El juez estableció que Manotas Char tendrá que enfrentar una pena de 17 años y tres meses de prisión, además deberá pagar una indemnización de más de mil millones de pesos a las víctimas del proceso. "Esta es una actuación que ha respetado a cabalidad los intereses de la víctima, la cual se ha declarado en total satisfacción con lo acordado entre las partes", señaló el juez al dar legalidad al preacuerdo entre las partes. Según la Fiscalía, en septiembre de 2013 Manotas Char le propinó 22 puñaladas con un cuchillo y posteriormente lanzó desde la ventanda del tercer piso de su apartamento a su vecino, Francisco José Cifuentes, después de una discusión ocasionada por el fuerte volumen de la música en el apartamento de Manotas. 

De acuerdo con el dictamen de Medicina Legal, de las 22 puñaladas, 17 se encontraron en la parte posterior del cuerpo de la víctima, es decir, la cabeza y la espalda.

Cinco de esas heridas también fueron localizadas en la cara, el tórax y el brazo izquierdo, lo que hizo que se produjera una “hemorragia aguda severa”.

Actualmente, el acusado se encuentra recluido en la Cárcel La Picota de Bogotá, lugar donde pagará el resto de su condena. 

En febrero del 2014, luego de no aceptar el delito que le imputó la Fiscalía, Manotas Char aseguró que sí hirió a su vecino con un chuchillo de cocina, pero en defensa propia.

"Yo si había hecho bulla y escándalo, y acepto que tengo un problema con el alcohol, pero este señor rompió la puerta y amenazó con matarme; me dijo que el día anterior le habían diagnosticado una enfermedad terminal y que ya no le importaba nada”, dijo Manotas Char.

“Todo fue legítima defensa. Él tenía una herida en la mano que se hizo por haber roto mi puerta. Me echó sangre en la boca y me gritaba: '¡Ya lo jodí; lo voy a matar!’, y me pegaba. Lo ataqué con el cuchillo, pero nunca lo pude dominar, hasta que este señor se tiró por la ventana", sostuvo.

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