Condenan ataque de las Farc que dejó una niña muerta en el Cauca

Mindefensa y el Defensor del Pueblo rechazaron que la población civil se se siga viendo afectada por el conflicto armado.

Un enérgico rechazo a los últimos ataques de las Farc manifestaron este jueves la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Defensa. El primero en pronunciarse fue el ministro Juan Carlos Pinzón, quien condenó el ataque guerrillero en zona rural de Miranda, que aunque iba dirigido contra una unidad militar dejó una niña de 2 años muerta y cuatro personas más heridas. A través de su cuenta de Twitter, el Ministro afirmó que las Farc "demuestran con el asesinato de la niña en Cauca los deseos de seguir atentando contra los intereses de los colombianos". Se espera una visita del funcionario al municipio en el transcurso del día.Por su parte, el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, recordó que aunque se esté negociando la paz en medio del conflicto, "eso no justifica que la guerrilla viole el Derecho Internacional Humanitario". El funcionario afirmó que "el conflicto es entre la Fuerza Pública y las personas que están alzadas en armas", por lo que la población civil no debe resultar afectada. Sobre el proceso de paz, indicó que "debe continuar, claro. Los que están sentados del Gobierno en La Habana y los representantes de la guerrilla no pueden jugar con la expectativa de 47 millones de colombianos ni con el acompañamiento de la comunidad internacional".El Defensor rechazó que se amenace con una posible suspensión de los diálogos de paz, pues eso entorpece el proceso y "los ciudadanos que viven en medio del conflicto son los que más esperan una firma de la paz".Por último, hizo un llamado a la guerrilla para que cese las hostilidades contra la población civil y respete el Derecho Internacional Humanitario.El ataque en MirandaUna niña de 2 años murió en la noche del miércoles, cuando un grupo de subversivos de la Columna Móvil Gabriel Galvis atacó un puesto de control del Ejército, ubicado a aproximadamente 400 metros de su vivienda. Sin embargo, dos de los tatucos que fueron lanzados cayeron en la pequeña casa, ubicada en la vereda Calandaima. La niña murió inmediatamente, mientras que su madre tuvo que ser trasladada al Hospital Universitario del Valle por heridas en el rostro, causadas por las esquirlas. Su padre y sus dos hermanos, de 4 y 16 años, también resultaron con lesiones leves por el estallido. El ataque fue repudiado por la alcaldesa encargada del municipio de Miranda, Claudia Oyola, quien además convocó para la mañana del viernes a una marcha para pedir a los actores del conflicto que excluyan a la población civil de los ataques."Lamentamos lo sucedido y expresamos nuestra voz de condolencia y apoyo a las familias afectadas", dijo la Alcaldesa (e), quien agregó que desde hace dos años no se presentaban ataques en el municipio y "teniendo en cuenta el proceso de paz esperábamos que no volvieran a ocurrir".Por su parte, el general Wilson Cabra, comandante de la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército, explicó que aparentemente los tatucos fueron lanzados desde el sector de Monterredondo, a aproximadamente kilómetro y medio de la vivienda afectada. Los subversivos habrían tenido como objetivo un puesto de control del Ejército en la zona de Las Cruces, a cerca de 400 metros de la casa."Escuchamos las dos explosiones y sacamos las unidades para ver qué fue lo que pasó, pues creíamos que había sido un campo minado", dijo el oficial y agregó que minutos después se ubicó la vivienda afectada, en la cual encontraron a la pequeña muerta y a sus familiares heridos.El general Cabra señala que el cerro donde ocurrió el hecho era controlado históricamente por la columna móvil Gabriel Galvis de las Farc, pero que hace aproximadamente dos años, luego de un combate, fue recuperado por el Ejército. Añadió que las tropas mantienen operaciones en la parte alta del sector Las Brisas, "donde tenemos información de los cabecillas que estamos siguiendo".Este ataque se produjo luego de que el presidente Juan Manuel Santos advirtiera que los atentados podrían poner en riesgo las negociaciones de paz con las Farc. El gobierno colombiano y este grupo subversivo adelantan negociaciones de paz desde noviembre de 2012 en La Habana y ya han llegado a acuerdos sobre desarrollo rural, participación política y drogas ilícitas, pero sin ordenar una tregua entre las partes.