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Así cambiará la vida de los colombianos con el nuevo Código de Policía

El nuevo Código Nacional de Policía da el estatus de Ley de la República a normas que por 46 años fueron solo un decreto. Es la herramienta para aprender a convivir. Críticos dicen que limita sus libertades.

29 de enero de 2017 Por: Redacción de El País

Más que multas, el nuevo Código Nacional de Policía, que entrará en vigencia mañana en todo el país, es un compendio de servicios, normas y límites que busca lograr una mejor convivencia    entre  los colombianos. Lea también: El nuevo Código de Policía también se puede llevar en el celular

El documento contempla más de 300 situaciones en 243 artículos, que la misma Policía y la mayoría de fuentes consultadas, ven como la herramienta que se requiere para garantizar la seguridad y la convivencia ciudadanas.

El teniente Alberto Valero Bejarano  de la Policía Metropolitana de Cali, capacitador en el tema, destaca el “ascenso” a la categoría de ley (1801 de 2016) de la nueva normatividad, ya que el decreto 1355 de 1970 apenas tenía estatus de decreto reglamentario.

Estaba tan desactualizado que las multas  eran   sumas  irrisorias, que iban   de $100 a $1000. En el nuevo código,  las multas están tasadas en salarios mínimos legales vigentes (SMLV), lo que le permite  actualizarlas automáticamente cada año. 

Valero resalta que el nuevo código busca crear conciencia  sobre la convivencia, y que es más preventivo que sancionatorio. “La Policía no sanciona, solo notifica los comparendos,  pero hay medidas correctivas que son de competencia de los uniformados, otras de los comandantes de estación y CAI, otras de inspectores y corregidores  o autoridades especiales de la Policía y otras del alcalde”, aclara.

Organizaciones defensoras de derechos humanos  consideran que vulnera libertades  o ven con preocupación la potestad para ingresar a las viviendas sin orden judicial. Olga Araújo, del equipo Nomadesc, ONG de DDHH, en Cali, denuncia que “el nuevo Código Nacional de Policía es confuso en cuanto mezcla temas de convivencia, de seguridad y de orden público”.

El País presenta algunas de las novedades que trae el nuevo código.

Padres, a responder por hijos Los niños y adolescentes no podrán deambular en la calle o estar en espacios inadecuados (sitios para adultos, juegos de maquinitas no indicados para su edad) ni podrán ser explotados laboral o sexualmente, y  la medida correctiva será el cierre del establecimiento. No podrán llevarlos a aglomeraciones (ej. conciertos) ni usados para obstruir la acción policial ni participar en confrontaciones violentas.   Cuando   el menor está en riesgo puede ser sujeto de un “traslado por protección” a un centro especializado para proteger su vida. Y si incurre en un acto contrario a la convivencia, la multa se aplica al padre de familia o a quien ostente su custodia, patria potestad o al albacea. “La norma busca crear conciencia en los padres de que la responsabilidad del hijo recae en ellos; ellos les inculcan valores en casa, el profesor, en el colegio, pero la Policía hace control en la calle”, dice Valero. A fumar y a beber a su casa, no en espacio público[[nid:612875;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2017/01/drogadiccion_.jpg;full;{Foto: Elpais.com.co | Archivo}]]Las medidas que prohiben consumir bebidas embriagantes o sustancias psicoactivas alrededor, cerca o dentro de hospitales, instituciones educativas, ya existían, pero ahora incluye bienes o espacios públicos. Eso significa que no se puede usar parques, zonas verdes, entre otros, para estos fines. “Es decir: ‘si quieres consumir, hazlo en tu casa’, dentro de los límites que establece la Carta Constitucional, es decir, la dosis personal”, explica el teniente Alberto Valero.  Esta norma permitirá que no haya consumidores delante de los niños, adolescentes, jóvenes y personas de la tercera edad, como una forma de recuperar el espacio público para la comunidad y la gente pueda salir a ‘dominguear’ con tranquilidad, sin que se vea afectada la convivencia.  La persona recibirá una advertencia de “por favor, retírese del sitio” y de hacer caso omiso, no siempre una multa, sino que el nuevo código contempla cumplir un trabajo comunitario, asistir a un curso pedagógico, entre otras herramientas, para crear conciencia ciudadana. El punto que crea polémica entre los críticos es el que estipula que puede ser sujeto de “traslado por protección una persona que se encuentre en grave alteración de su estado de conciencia, por motivos de orden mental o consumo de bebidas alcohólicas o psicoactivas o si está en peligro de agredir a otra”.  El teniente Valero argumenta que es un traslado a un Centro de Protec- ción no superior a 12 horas, mientras le pasa su estado de alteración causado por la droga o bebida y recupere su estado normal de conciencia, porque esa persona puede ser susceptible de que le cometan un delito o que él cause un daño a otras personas. MÍO quedará blindado contra el vandalismo [[nid:424174;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/05/colados-734.jpg;full;{Foto: Elpais.com.co | Archivo}]]No solo los colados serán sujetos de sanción por  evadir el pago del pasaje al sistema masivo de transporte ($218.895) Con el nuevo Código Nacional de Policía, hasta no cederle la silla azul a una embarazada o una persona en discapacidad o adulto mayor, acarreará sanciones por $109.447. También conductas como impedir u obstaculizar el acceso a los usuarios, agredir o empujar o irrespetar en el sistema, transportar mascotas sin cumplir la norma, fumar en el masivo o perturbar el orden con acto obsceno.  Algunos usuarios acostumbran detener con su cuerpo las puertas automáticas (telescópicas) que brindan acceso al MÍO mientras esperan el articulado. Desde mañana esta falta se castigará con multa de $ 437.790. Solo en 2016 esta acción dejó de 60 a 70 puertas inservibles, declaró Andrés Pla, director comercial y de servicio al cliente de Metrocali.  Y el vandalismo al que son  sometidos los sistemas de transporte masivo del país, como el MÍO, en Cali, en especial cuando hay marchas, protestas, manifestaciones o partidos de fútbol, permitirán la intervención de la Policía y acarrearán las multas más altas ($875.580), sanciones y hasta retiro del sitio para garantizar la seguridad de todos los usuarios. El daño en la infraestructura  y  grafitis en las estaciones, se presenta con mayor frecuencia  en las estaciones del Centro y de la Calle 5a. son las más afectadas. El año pasado la estación Universidades resultó muy deteriorada por  los disturbios  en Univalle. Y aunque la  evasión del pago del pasaje es una conducta diaria, cuando hay partidos de fútbol el fenómeno  es masivo en las estaciones Estadio Pascual Guerrero, Manzana del Saber, Santa Librada y Tequendama. El control de las ventas ambulantes en  las estaciones o articulados, es otra situación con la que funcionarios de Metrocali tienen que lidiar a diario. En algunas ocasiones, vendedores molestos han  golpeado al  operador cuando les recuerda que no están  permitidas esas prácticas en el sistema, según Metrocali. “La diferencia es que antes estas conductas estaban en el manual de convivencia del sistema de transporte masivo, pero ahora son  Ley de la República, lo que constituye un apoyo para nosotros. Esperamos no solo que se haga cumplir sino que haya las labores didácticas y pedagógicas”, afirma Pla.  Faltas como las de resistirse a los filtros de seguridad del MÍO, ingresar con sustancias peligrosas,  dañar los sistemas de alarma o emergencia, agredir a un funcionario del sistema o impedir la movilidad de los articulados tendrán la multa más cara   ($875.580).    “Queremos aclarar que no se va a impe- dir el derecho a la protesta, que es cons- titucional, no vamos a prohibir ni a estigmatizar la protesta, pero si ésta se ale- ja de la manifestación pacífica y deriva en desmanes, no permite el libre tránsito del sistema, quema llantas u  otros actos van- dálicos, sí debe haber intervención policial para el restablecimiento del orden público”, argumenta el teniente Valero.  Lo que no tuvo Blanca Cecilia Cervera, quien murió el 16 de mayo de 2013 luego de permanecer siete meses en el Hospital Universitario del Valle, tras sufrir graves quemaduras en el 80 % de su cuerpo en los disturbios ocurridos en un paro de transportadores de colectivos el 2 de octubre de 2012. Ese día, una bolsa de gasolina fue lanzada contra un bus que cubría la ruta P47A, en la que viajaba la víctima, y le prendieron fuego, cuando circulaba por la Calle 55 con Carrera 32A. Seis personas más y dos niños sufrieron quemaduras de primer y segundo grado. Impuesto a perros de raza  peligrosa[[nid:612088;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2017/01/pitbull.jpg;full;{Foto: Elpais.com.co | Archivo}]]Hace unos días el país se conmovió por la muerte de un bebé en Medellín causada por la mascota familiar, un perro pit bull. Ahora, quien tenga un canino de raza potencialmente peligrosa, como ese, tendrá que participar y registrar el animal en un censo, comprar un seguro obligatorio o póliza de responsabilidad contractual (en seis meses estarán disponibles) para asumir las contingencias que el animal pueda causar o el dueño deberá asumir todos los gastos de los daños que ocasione. Así le tocó hacer a hombre cuyo pit bull mordió a otro cachorro más frágil, según un caso que debió conciliar hace poco Milton Lozano Orjuela, juez de paz de la Comuna 4. Los dueños de estos canes se exponen a fuertes multas si no cumplen estas normas y ponen en peligro a otras personas. Queda prohibida la importación y hasta los cruces de ejemplares de razas peligrosas (Bull Terrier, Pit Bull Terrier, Rottweiler, American Staffordshire Terrier, Bullmastiff, Doberman, Dogo argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasilero, Mastin Napolitano, American Pit Bull Terrier, Toza Japonés).  También se prohibe la comercialización de perros, gatos y otros animales en  espacios públicos, como se ve afuera de centros comerciales en Cali. Y lo nuevo, en los conjuntos de propiedad horizontal, se puede solicitar a la junta administradora la prohibición de estos caninos.  Ingreso a vivienda sin orden judicial Si algún artículo ha levantado ampolla,  es el que faculta a la Policía a ingresar a una vivienda sin orden judicial. Aunque el Código especifica que aplica para  casos como prestar auxilio a personas en peligro, si hay riesgo de incendio, y otras situaciones que requieren inmediatez, hay dudas de que pueda ser mal usado por la fuerza pública. El empresario Agustín Bernal admite que “ya era hora de atemperarse a la nueva sociedad en que vivimos. El anterior código ya tenía 45 años y los derechos individuales, ciudadanos, de la mujer, han cambiado mucho, ya hay más derechos y deberes. Es un paso más adelante para volver al país más civilizado”, explica. Sin embargo, advierte que a pesar de que muchas entidades y personas participaron en la elaboración del Código,  “hay muchos temores de los ciudadanos, porque a pesar de que se está tratando de garantizar nuestra tranquilidad, la ciudadanía debe estar vigilante en casos como el  que la policía pueda ingresar a un domicilio sin permiso, para que se aplique cuando se den las circunstancias adecuadas, como cuando estén violando los derechos de otras personas o hay alguien en peligro, pero que no se excedan los límites. Si la Policía lo sabe utilizar y los ciudadanos están atentos a vigilar, va a ser una buena herramienta para casos extremos”, afirma.  Sin embargo, Bernal señala que aplicar medidas como esa, requiere que la Policía haga un entrenamiento adecuado y capacitación intelectual, psicológica y moral a todos sus miembros, para que no se vaya a hacer una mala utilización de esta herramienta, no abusen y la sepan aplicar”. Olga Araújo, del equipo Nomadesc, organización de Derechos Humanos en Cali, cuestionó la potestad para entrar sin orden judicial a las casas. “Ya se ha documentado cuando la Policía ejerce, cómo violentar los domicilios y los hogares,  ahora va a aumentar la cantidad de violaciones domiciliarias. Por ejemplo, hemos sido testigos de la brutalidad de la Policía en el jarillón del río Cauca, para desalojar la gente de sus casas”. Bernal insiste en hay que estar vigilantes también sobre si la Policía va a poder absorber toda esa nueva autoridad y transmitírsela al ciudadano. “Asumimos que así como nos pide una nueva manera de comportarnos, que la Policía se atempere también a su autoridad”, indica el empresario.Araújo insiste en que el nuevo Código de Policía es totalmente incoherente con el proceso de paz. “Hay cinco artículos demandados, pero creo que se debería demandar todo el Código porque debería limitarse a seguridad y no a convivencia ni a orden público porque eso no les corresponde”, dice. Las normas macondianas [[nid:613817;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2017/01/orinarcalle.jpg;left;{El Código Nacional de Policía le enseña a la gente que los espacios o sitios abiertos no son baños públicos. Foto: Elpais.com.co | Archivo}]]El nuevo Código Nacional de Policía y Convivencia contiene también algunas normas que por lo difícil de hacerlas cumplir, rayan en lo macondiano. Una de ellas, incluida en el capítulo de protección al medio ambiente, reza que no se podrá hacer fogatas a la orilla de ríos, lagos, bosques y espacios naturales que pongan en riesgo el medio ambiente, salvo que sea “en barbacoas  u hornillas debidamente autorizadas”.  De cumplirse a rajatabla esta nueva disposición, acabaría con los paseos de olla a Pance y otros afluentes como acostumbran los caleños. La Policía aclaró que no será así, sino que se buscará que la fogata se realice en un lugar distante donde no afecte la fuente hídrica,  los animales ni la flora ni el entorno. Otra es la que busca proteger los canales de aguas lluvias de sedimentos que los obstruyan y establece que “se deben limpiar las llantas de los carros que salgan de una obra en construcción para que no lleve cemento, arena y otros materiales a las vías”.  Ahora será sancionado el dueño de un establecimiento comercial que le niegue el servicio del baño a niños, a una embarazada, persona en situación de discapacidad o adulto mayor, así no sean clientes. Otras medidasNo se podrá  consumir, expender o facilitar licor  o sustancias prohibidas al interior de  instituciones educativas. Y todo objeto incautado, sea droga, pólvora,  armas, sustancias peligrosas, serán destruidos por la Policía.Ya no se podrá cerrar la calle o la vía pública y tender la carpa  para armar una rumba,  como es  costumbre hacer en Cali, porque impide la  movilidad de los demás.La Policía desmintió que no portar la cédula dará multa. Un carné o  documento  que permita identificarse al ciudadano, será válido ante la autoridad policial.La Policía dijo que para quienes no quieren leer todo el código, en la página web www.policia.gov.co está explicado en  flujogramas, videos, fotos,  dibujos y otros medios visuales.Bájele al parlante

 Desde que llegaron los nuevos vecinos, Pilar y su familia no volvieron a dormir tranquilos los fines de semana. Los recién llegados a El Caney se reunían con su numerosa familia cada 15 días en unas rumbas que se prolongaban hasta el día domingo o el lunes festivo. Las tomatas a veces terminaban en discusiones. Venía la Policía, les llamaba la atención y le bajaban el volumen a la música, pero lo volvían a subir cuando los uniformados se iban.

Solo una vecina se atrevió a confrontarlos: “Ustedes no respetan el sueño de los demás, no saben vivir aquí”, les reclamó. Pero la que se tuvo que ir del barrio fue ella, porque fue amenazada. Situaciones así ya se podrán resolver porque ahora los agentes pueden cortar la fuente de energía o, incluso,  incautar los parlantes si los perturbardores del sueño hacen caso omiso de la orden de apagar la música. El empresario Agustín Bernal advierte que la ampliación del horario de la rumba en Cali ha sido  muy buena para los dueños de los establecimientos o los que tienen una fiesta familiar, pero los que quieren descansar ven más vulnerados sus derechos. “Algunos se han dado derecho para alargarlas hasta las 7:00 u 8:00 a.m. Entonces, estas medidas del nuevo Código de Policía sí profundizan en que se respeten los derechos de los vecinos y que de lo contrario, habrá una multa y una autoridad que la va hacer cumplir”, dice.   Bernal indica que la Alcaldía va a tener que pensar en cómo  equilibrar ese punto. “Aquí tenemos la costumbre de sacar los parlantes a la calle, pero con el nuevo código vamos a ver si los caleños aprendemos  que sí podemos tener rumba, pero de puertas para adentro, porque de puertas para afuera empiezan los derechos de los demás. Para ello, necesitamos mucha pedagogía”, manifiesta. 
Multas Irrespetar,  agredir o desafiar un policía o a una persona de la comunidad LGBTI: $657.000.Lanzar sustancias  peligrosas a la Policía, obstaculizar la acción policial o negarse a identificarse o dar sus  datos verídicos de residencia: $735.418. La ocupación ilegal de inmuebles  o la instalación ilegal de servicios públicos.  La restricción al porte de armas,  incluye las armas de aire, de fogueo, de letalidad reducida y hasta las de juguete, tendrá multa de $160.000. También se prohibe el uso de aerosoles pimienta u otras sustancias.$328.000 es la multa por  no separar los residuos correctamente. Y $735.418 por botar la basura a la calle. $325.00 por  publicar fotos íntimas o privadas de otra persona, sin la debida autorización.$328.000 hacer  fiestas,  reuniones o ceremonias  u otros ruidos que perturben a los vecinos. Irrespetar o   perturbar templos, cementerios, clínicas o bibliotecas. No recoger las heces  de la mascota o comer en el MÍO: $82.000. 

 

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