“Aquí no podemos aflojar”: Guillermo Londoño, secretario de Seguridad del Valle, advierte sobre el avance de las disidencias en el departamento

En el marco del foro regional El Valle del Cauca se escucha a sí mismo, realizado el 3 de diciembre en Buga y organizado por El País en alianza con Periódico Valle, instituciones, uno de los panelistas fue Guillermo Londoño, designado en junio de 2025 como secretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Valle del Cauca, quien participó en el espacio dedicado a seguridad y convivencia.

En esta conversación, Londoño expone su balance del foro, los retos en materia de orden público y los avances de su gestión.

¿Cuál es su balance del foro realizado en Buga y de la conversación que sostuvo con la ciudadanía?

Queremos destacar estos ejercicios que está haciendo El País en alianza con otros medios de comunicación. Es muy importante poner sobre la mesa los temas de seguridad. La opinión pública debe deliberarlos y analizarlos. Hay demasiados retos, muy complejos, que tenemos que afrontar desde las entidades territoriales, y estos espacios son importantes para contarles a los vallecaucanos qué estamos haciendo con los recursos de la tasa de seguridad y cuáles son las estrategias para enfrentar la inseguridad.

Usted habla de numerosos retos. ¿Cuál considera que es el principal desde su llegada a la Secretaría a mitad de año?

Sin duda, la amenaza terrorista del Estado Mayor Central (EMC), que acecha a los vallecaucanos. La expansión de los grupos criminales ha crecido un 36 % en los últimos tres años en el departamento, y es labor de las entidades territoriales contener esa expansión, pero principalmente le corresponde a la Nación, al Gobierno Nacional, enfrentarlos y evitar que sigan llegando a más territorios.

¿Por qué ha sido tan complejo contener la ocupación de grupos armados en las zonas rurales del Valle?

Lo primero es que estos grupos armados organizados residuales —en el caso del Estado Mayor Central, las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y el ELN— han aumentado su número de hombres en armas. Han crecido los cultivos ilícitos y han diversificado su portafolio criminal. Ya no solamente están en el negocio del narcotráfico: ahora también en la minería ilegal, la extorsión y el secuestro. Por eso estos delincuentes tienen recursos financieros y capacidades para hacer daño y ampliar su control territorial.

Este es un reto para todo el país y para el departamento. Por eso la gobernadora Dilian Francisca Toro, desde el primer día de su gobierno, el 1 de enero de 2024, fue a un consejo de seguridad donde solicitó la retoma militar de la zona rural de Jamundí, donde está la estructura Jaime Martínez. Los esfuerzos de la tasa de seguridad están encaminados a fortalecer las capacidades de la Fuerza Pública para enfrentar esta amenaza terrorista.

¿Cómo está hoy la situación de seguridad en la zona alta de Jamundí, donde la disidencia Jaime Martínez ejerce control en varias veredas?

Allí tenemos esfuerzos muy importantes. Tropas de la Tercera Brigada del Ejército, del Batallón Pichincha, que hace presencia en Jamundí, desarrollan operaciones sostenidas contra ese GAO, pero también es fundamental golpear sus economías. Recordemos que este año la Fiscalía logró desarticular la estructura delincuencial que, como fachada, sostenía dos estaciones de combustible en la parte alta; esas estaciones estaban al servicio de la cadena logística del narcotráfico de la Jaime Martínez.

También está la ofensiva contra la minería ilegal, no solo en Farallones, sino en corregimientos de Buenaventura, donde gran parte de esos recursos ilegales terminan financiando a estos grupos. La orden de la gobernadora Dilian Francisca es clara: no podemos aflojar; debemos redoblar esfuerzos todos los días para golpear con mayor contundencia a estas estructuras. Tuvimos la reciente operación que permitió la neutralización de alias Veneno, un jefe del EMC que dinamizaba acciones terroristas. Todo lo que se haga para contener la expansión de estos grupos en el departamento, y por supuesto en el país.

Usted completa cerca de seis meses en el cargo. ¿Cuál considera su principal logro y qué queda pendiente para 2026?

Veníamos en un trabajo muy importante del año pasado. La gobernadora había trazado una ruta clara desde su llegada, con programas estratégicos que yo apoyaba como asesor de seguridad y ahora como secretario. Fuerza Joven por el Valle del Cauca es un programa que le ha permitido a la Fuerza Pública aumentar pie de fuerza, pero también ofrecer a los jóvenes un proyecto de vida en las instituciones. Cada joven que entra a la Policía o al Ejército es un joven que le quitamos a las bandas criminales: ni Los Chotas ni Los Espartanos en Buenaventura, ni Los Flacos ni Nuevas Generaciones en el norte del Valle, ni la Jaime Martínez, ni Adán Izquierdo, ni Dagoberto Ramos, ni el Clan del Golfo.

También hemos invertido en nuevas capacidades. Hace pocas semanas lanzamos Raptor, una estrategia con una flota de drones de última tecnología que aumenta la capacidad de intervención y, sobre todo, lleva esa capacidad a municipios que no la tienen. Además lanzamos el Copat. Por decreto departamental somos la primera gobernación en tener esta instancia: el Comité de Prevención y Anticipación al Terrorismo. Es un espacio de alto nivel que permite analizar escenarios de riesgo junto con Fiscalía y Fuerza Pública.

Este año, por primera vez, estuvo en el Valle el fiscal delegado contra el Crimen Organizado, Raúl González Flechas, con nueve fiscales especializados, trabajando con la Gobernación y la Alcaldía de Cali en mesas técnicas. Hemos robustecido inversiones en tecnología y en capacidades para la Fuerza Pública. La gobernadora anunció un paquete de medidas contra el terrorismo y una serie de decretos que nos permitirán mantener esa lucha constante. Retos quedan muchos, pero debemos destacar los resultados de nuestra Fuerza Pública.

¿Cuál es hoy el principal reto para el departamento?

La amenaza terrorista de los grupos armados organizados que, en los últimos tres años, resultado del fracaso de la paz total, se han fortalecido y han querido copar más territorio en el Valle del Cauca. Ha sido una determinación de la gobernadora Dilian Francisca Toro que eso no ocurra.