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Para la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, ‘Arrullo’ es un espacio seguro para todos los hijos de madres y padres que realizan sus actividades laborales durante la jornada nocturna. Este lugar cuenta con un equipo de profesionales calificados para el cuidado de los niños y las niñas entre 0 y 3 años.
Para la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, ‘Arrullo’ es un espacio seguro para todos los hijos de madres y padres que realizan sus actividades laborales durante la jornada nocturna. Este lugar cuenta con un equipo de profesionales calificados para el cuidado de los niños y las niñas entre 0 y 3 años. | Foto: Gobernación del Valle

Información institucional

Un ‘Arrullo’ en las noches de niños de madres trabajadoras

El Valle del Cauca es el primer departamento del país con un jardín infantil nocturno.

27 de agosto de 2024 Por: Redacción El País

Dormitorios, comedores, enfermería, psicología, espacio de trabajo social, zonas de recreación, hacen parte de los servicios que encuentran en ‘Arrullo’ los niños de madres trabajadoras que reciben atención profesional en el primer jardín infantil nocturno del país implementado por la Gobernación del Valle del Cauca en articulación con la Alcaldía de Yumbo.

Este innovador espacio en la ‘Capital industrial’ es la aspiración de brindar un lugar seguro para las madres que realizan sus actividades laborales en las noches y sus bebés de 0 a 3 años. Allí, dice la gobernadora Dilian Francisca Toro se busca “darles la oportunidad a las mujeres, a los cuidadores o cuidadoras que trabajan por la noche de que puedan dejar muy bien a sus niños, con todo el cuidado que ellos requieren, con trabajadoras sociales, psicólogas, enfermeras y una minuta balanceada para que se alimenten. Es un espacio de juegos idóneo que permite que las mamás o los papás, tengan toda la tranquilidad para dejar a sus hijos durante la noche”.

Actualmente, alrededor de 47 niñas y niños son atendidos en ‘Arrullo’, donde se trabaja con un gran equipo. “Contamos con dos modalidades nuevas que no las tiene ni el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ni el Ministerio de Educación Nacional, con horarios que van desde las 5:00 p.m. hasta las 11:00 p.m., específicamente para las mujeres que estudian en horarios nocturnos, y la jornada de 12 horas donde podrán dejar a los niños, de 11:00 p.m. a 7:00 a.m., mientras trabajan”, añadió Jimena Toro, gestora Social del Valle.

Desde este momento la Administración departamental avanza en la identificación de espacios y articulación de esfuerzos, que permitan extender esta estrategia a municipios como Palmira, Buga, Cartago y Buenaventura, en este último, con cooperación internacional que permita consolidar el jardín nocturno para madres y cuidadores dedicados a labores propias de la costa.

Aliciente de amor

Como un aliciente y un acto de amor, es calificado por sus beneficiarios ‘Arrullo’, el espacio que les permite a quienes trabajan en la noche, contar con una alternativa segura para dejar a sus hijos en manos responsables y expertas del cuidado.

En el barrio Nuevo Horizonte en Yumbo, Triana Montenegro a sus 19 años, encontró en esta iniciativa una oportunidad para seguir construyendo su sueño de ser madre y profesional.

“Desgraciadamente yo quedé sola porque el papá de mi hijo falleció. Mi mamá me está apoyando, pero le toca viajar a Cali para trabajar y yo me tome un espacio para estudiar, pero me iba a tocar retirarme porque no tenía con quien dejar el niño y ahora gracias a ‘Arrullo’ voy a poder ir a estudiar más tranquila porque mi hijo estará con personal preparado y eso es algo muy importante porque yo era una de las que no estaba tranquila pensando si estaba bien, si estaba llorando, ahora ya va a tener la atención que necesita”, explicó la joven que hoy se beneficia con el jardín nocturno.

Entre lágrimas de emoción, Suzel Bedoya, otra de las beneficiarias, destacó cómo este proyecto que se implementa por primera vez en la región, le abre las puertas a una mejor calidad de vida para ella y sus tres hijos.

“Me ayuda mucho porque yo tengo tres niños, tengo un niño mayor con una discapacidad y el otro niño estudia y para poder sostenerlos de una mejor manera me toca trabajar desde casa o a veces salir a la calle a vender tintos para poder solventar las citas de todos mis hijos. Estoy muy agradecida con todo lo que están haciendo porque nuestros bebés están mejor cuidados y de esta forma podemos trabajar con más tranquilidad”.

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