Riopaila Castilla fortalece 14 acueductos rurales

En las montañas que alimentan la cuenca del río La Paila, en los municipios de Sevilla y Bugalagrande (Valle del Cauca), 14 acueductos rurales que abastecen a más de 1900 campesinos avanzan hacia la sostenibilidad, gracias a un proyecto impulsado por Riopaila Castilla S.A. en alianza con la Asociación de Usuarios del Río La Paila (Aurpa), el Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia (CTA) y la Embajada de Suiza en Colombia (COSUDE), en el marco de la estrategia Agua nos Une.

La iniciativa entregó herramientas organizativas, técnicas y ambientales para que las comunidades enfrenten los efectos del cambio climático y gestionen sus propios proyectos. Entre los logros inmediatos se cuentan 142 personas capacitadas en sostenibilidad financiera, cartografía participativa, fortalecimiento organizativo y la instalación de cuatro sistemas de cosecha de aguas lluvias para utilizar el líquido en riegos y baterías sanitarias en cuatro instituciones educativas, que benefician a más de 230 estudiantes.

“Agricultura se escribe con A de agua y en Riopaila Castilla buscamos que comunidades y aliados reconozcan, como nosotros, la importancia de conservar este recurso para hoy y para el futuro”, explicó Guillermo Carvajal, gerente de Asuntos Corporativos de Riopaila Castilla.

Producto de las asesorías, algunos acueductos lograron formalizarse ante la Cámara de Comercio y otros comenzaron a gestionar recursos propios. El ejemplo del acueducto Aguaflorida Coloradas —que reemplazó un techo oxidado en el desarenador, cambió tuberías obsoletas y recibió un tanque de 10.000 litros— ilustra el impacto del proyecto y la capacidad de las comunidades para liderar mejoras en sus acueductos.

Además, la intervención ha generado confianza y nuevas habilidades técnicas entre beneficiarios. La estrategia ha puesto énfasis en la articulación entre actores privados y comunitarios. Riopaila Castilla destaca que el trabajo conjunto con Aurpa, CTA y COSUDE permite una intervención integral: capacitación y conservación ambiental con miras a garantizar agua para uso doméstico y productivo. La conservación proyectada de 555 hectáreas de recarga hídrica es uno de los objetivos ambientales clave que suma valor a la seguridad hídrica en estos territorios.

Líderes locales celebran los avances no solo por el acceso al recurso, sino por la autonomía que les permite diseñar y ejecutar proyectos. La formalización abre la puerta a nuevas fuentes de financiación y a una gestión más profesional de los servicios de agua rural.

Con resultados palpables y compromisos de conservación, el proyecto se presenta como un modelo replicable en otras cuencas del país, donde la cooperación entre empresas, comunidades y organizaciones puede convertirse en la base para proteger el agua, sostener la agricultura y fortalecer el desarrollo rural.