El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Familia

Artículo

Xiomara Xibillé, psicoterapeuta y especialista en medicina ayurvédica. | Foto: Especial para El País

XIOMY

'Xiomy' explica los pasos para el "despertar de la conciencia"

Xiomara Xibillé explica los pasos para lograr conectarse consigo mismo y activar el corazón. “Solo así podrán entregarle algo a los demás”, explica.

22 de junio de 2017 Por: Zorayda Lenis Rengifo / El País 

El viaje más importante que uno puede hacer es hacia el corazón, porque de lo contrario, la senda no nos lleva a ningún lado. Así habla Xiomara Xibillé, la famosa 'Xiommy', al intentar explicar lo que significa el despertar de la conciencia, un tema sobre el que muchos hablan, pero que pocos entienden y sobre el cual ella, junto a otros profesionales como Juan Gómez, Sananda Velasco y Alejandro Bernal, acaba de dictar la charla vivencial ‘Activación del amor’ en Cali y otras ciudades del país.

Esta paisa de nacimiento, pero vallecaucana de corazón --fue criada en Candelaria--, luego de transitar por el modelaje, el ballet, el teatro, la actuación, el periodismo y la presentación de televisión, decidió tomar un camino más espiritual, pasando por el yoga, la psicoterapia transpersonal y la terapia energética y ayurvédica. Y ahora entrega su sabiduría a seres que como ella han sacado un espacio para escuchar su alma. Por eso, su mensaje para los lectores de Salud & Vida es que “activen el amor, porque sino no pueden darle nada a los demás”.

¿A qué se refiere el término despertar de la conciencia?

Existen dos formas de andar por la vida: con y sin conciencia. Y la primera significa poner la atención en cada cosa, acción, pensamiento y palabra, pero no en las cosas grandes, sino en las más sencillas, en cómo te despiertas, te bañas, te relacionas con los alimentos, etc.

¿De qué manera beneficia al ser humano llegar a ese estado?

Cuando uno toma el timón del barco sabe hacia dónde ir y no termina en un barco sin ancla que lo lleva de un lado a otro. La vida se torna más tranquila, con más control de la relación con el mundo y no como una veleta.

¿Cómo ha sido su propia experiencia?

En mi caso el despertar de la conciencia me ha dado la oportunidad de ser cocreadora con Dios de mis actos, mis proyectos y mis sueños. La vida no me pasa por encima, sino que sé de qué color pintarla.

¿Qué la hizo llegar a ese despertar?

Es un eterno viaje. Uno viene con esa programación interna de caminar por la vida de una forma más consciente. Siempre fui una niña muy buscadora y además mi papá trabajó en la biodanza, era filósofo y me hablaba mucho de la mitología griega y desde allí comencé a construir mi propio caminar.

¿Qué tan fácil es lograrlo?

Es una gran responsabilidad. Porque a veces es más fácil vivir anestesiado, que romper esquemas y liberarse de condicionamientos. Pero hay que salirse de la zona de confort, de lo conocido y lanzarse a la aventura, a lo impredecible, que es un riesgo, pero yo al menos no me arrepiento, porque llevar una vida cuadriculada envejece.

¿Es muy común que la gente decida despertar solo cuando vive una situación difícil?

Sí. Después de una vivencia fuerte muchos se dedican a lo que quieren ser y solo entonces pueden ver cuánto tiempo han perdido. El problema es que siempre vivimos los sueños de otros, de nuestros padres, de la sociedad, pero no los propios, porque nos dicen, por ejemplo, que para qué vamos a ser bailarines si eso no da plata.

¿Este despertar solo pueden lograrlo los seres especiales o todos tenemos esa capacidad?

Todos somos seres especiales diseñados por un ser superior y ese no se equivoca. Tenemos la habilidad, pero no lo reconocemos, porque vivir desde ese ser superior implica llevar una vida más centrada, disciplinada y entregada. Pero todos llegamos a este Planeta a alcanzar nuestro más alto destino.

Usted menciona la existencia de un ser superior. ¿Esto implica que el despertar de conciencia va ligado a la religión?

Va más allá de la religión. Tiene que ver más bien con servir a los demás, que es la religión más hermosa y con vivir desde el amor, pero no el del sentimiento romántico sino el de una fuerza creativa divina, el de una vida más elevada y proactiva. Y vivir desde el amor es hacerlo desde ese ser superior, no desde el ego, que quiere sacar ventaja del otro. Es un amor desinteresado, que brota sin pensar, así como el sol que brilla para todos o el árbol que da sombra, sin importar a quién.

¿Cuáles son las señales o indicadores claros de que una persona está despertando su conciencia?

Son varios. Por un lado una sensación de vitalidad y salud; la alegría permanente, sensación de gozo y ganas de hacer muchas cosas y finalmente la abundancia a nivel físico, espiritual, mental y emocional.

¿Este despertar está relacionado con el conocimiento de sí mismo?

Sí claro. Ese es el primer valor. De hecho, esa es la pregunta más trascendental en todas las filosofías.

¿Cuáles son los pasos claves para lograrlo?

Para despertar la conciencia hay que sacar tiempo para nosotros, para oír la voz susurrante del alma, no el ruido del ego y conectarse consigo mismo y con Dios. Esto se puede lograr a través del silencio, la meditación y la oración en las horas matinales, dos horas antes de que salga el sol. Otro paso clave es hacer un mapa de hacia dónde se quiere llegar, pero respirando gratitud para que la vida asimismo nos dé. Uno llega a esta vida con unas semillas que hay que cuidar y ordenar para que den frutos, porque somos como un capullo y tenemos la misión de abrirlo para que entregue su fragancia. Y el último es la rendición desde el alma ante la fuerza superior de Dios, uno le dice ayúdame y él nos muestra el camino.

AHORA EN Familia